jueves, 10 de septiembre de 2020

Te levantas y BOOM

Un día te levantas y BOOM. Te das cuenta de que la vida te ha calado fondo.

Te preparas el desayuno enfocada en tu trabajo, empiezas la jornada y te coordinas con otros proyectos... 

Al cabo de unas horas, cuando pensabas que de tanta información consumida ya nada es relevante, te encuentras haciéndote las mismas preguntas que te pidieron que te hicieras cuando empezaste a trabajar.

Esas preguntas que te hicieron pensar "Bueno tranquila, no llevas ni dos semanas trabajando, por eso no te las haces"

¿Qué valor estoy aportando? 

¿Cómo puedo dar más? 

¿Me exijo suficiente? 

Y ahí sabes que te ha calado todo, que lo has conseguido y que la vida es una carrera de fondo y muy a largo plazo que discurre en la sociedad del LO QUIERO PARA AYER. 

El día en el que mis amigas y yo nos dimos cuenta de que nuestros padres estaban constantemente improvisando, igual que nosotros ahora, nos dio un bajón. 

Saber que esa sensación de estar abocados a un vacío existencial constantemente no desaparece... Solo se aprende a gestionar. Unos mejor que otros y eso lo determina lo bien o mal que te haya calado la vida.

Porque la vida te cala hasta el fondo. Un día te levantas y BOOM ya no eres la misma por culpa de esa estúpida charla en el ascensor con la vecina del sexto. Ya no vas a decidir igual qué ropa ponerte por esa serie que viste el domingo antes de hacer la siesta...

Todo cala, marca, deja huella y nosotros en este mundo, improvisamos y cambiamos, nos adaptamos...

Por eso, el día que me vi haciéndome las preguntas exactas que mi jefe me pidió que me hiciera cuando entré a trabajar me dije, bueno, para mejorar solo hay que saber seleccionar lo que voy a escuchar



Enseñar y aprender

Enseñar y aprender. Nunca imaginé que irían tan de la mano, que serían tan recíprocos. Cuando fui alumna nunca imaginé estar enseñando a mis...