martes, 1 de diciembre de 2020

Era 2 de diciembre

Era diciembre, 2 de diciembre. 

Vi un largo camino a la derecha, las rocas color coral y azufre que adornaban los laterales me parecieron cosa de magia así que empecé a andar. 

Ese día mis pensamientos iban como balas, que volaban hacia todas las direcciones a gran velocidad y lo único que me mantenía ligada al presente eran las frías puntas de mis dedos que se estaban poniendo coloradas a pesar de llevarlas en los bolsillos.

Los días de esa semana se me habían hecho eternos, pero sentía que algo grande iba a pasar... Suponía que era un desesperado recurso de mi mente que me decía "aguanta, tras un gran esfuerzo llega la recompensa".


La chaqueta de lana que llevaba empezó a cubrirse de pequeñas picas blancas. No podía creerlo... ¡Nieve!

De golpe dejaron de importarme los pensamientos de cansancio y el dolor de mis dedos congelados. ¡Estaba nevando! 


Cuando miré hacia arriba vi un pequeño destello, algo fugaz pero no estaba en el cielo así que no podía ser una estrella...


Volví a mirar, hacia arriba pero la inercia me hizo seguir caminando cuando desistí de encontrar algo... Pero algo volvió a llamar mi atención.


-¿Hola?- Pregunté- siempre me habían parecido muy tontas las protagonistas de las películas que preguntaban al aire si había alguien... Pero es que de verdad había escuchado algo esconderse tras una de las rocas de los lados del camino.


El tintineo que había escuchado, para mi sorpresa, volvió a sonar y se hizo más intenso.


Me acerqué cuidadosamente e incrédula me choqué con unos grandes ojitos mostaza y leña chisporroteantes de alegría.

-¡HOLA!

-¡AAAAAAAAH!

-Oh... ¿Te he asustado? Lo siento.

El ser de luz apagó despacio el aura brillante de su alrededor y se me quedó mirando. 

Mi estupefacción no me permitía moverme, pero pude preguntarle si era un ángel.

-¡Qué tontería!- exclamó ella, al empezar a reírse volví a escuchar el tintineo y su luz brilló de nuevo con fuerza. - Yo soy un hada 


-Un hada.

-Sí, eso he dicho. 

-Un hada...

-Que sí, un hada.- Revoloteó algo ansiosa delante de mi y añadió- Oye, ¿te ha gustado?

-¿El qué?

-La nieve, que va a ser.

-Un hada...

-...

-Un hada que hace nieve

-Creo que mi rey tenía razón, es muy difícil hablar con humanos... Yo quería hacer una amiga, ¿sabes? Antes de reencarnarme en humana quiero decir.

Yo no podía mediar palabra, aunque tampoco hacía falta, parecía que el hada se bastaba por si misma para hablar por los codos.

-Pues es que me daba un poco de miedo venir aquí como humana, ya sabes... Una cosa es hacer la nieve y pintar las piedras, el césped, hablar con los animales... Y otra muy distinta venir aquí a disfrutar de ser humana. 

El pequeño ser me contó que las hadas trabajan toda su vida para pintar el mundo y crear almas. Cuando mueren vienen en forma humana a disfrutar del trabajo de todos esos años, pero no recuerdan nada de su vida de hada.


-Osea ¿Que soy un hada?

-Fuiste un hada

-Pues mi vida no parece un regalo...

-¿Cómo que no?

-Estoy agotada...

-Bueno... ¿Quieres que sea humana contigo?

-¿A que te refieres?

- Dame tu mano.

Le tendí la mano sin saber muy bien lo que hacía y el hada me cogió el dedo índice- ¡Querida...! Ejem...

-Lourdes, me llamo Lourdes.

-Vale, ¡Querida Lourdes te prometo que el 2 de diciembre de 1992 un hada llegará a ti para hacer que tu vida sea toda una aventura extraordinaria!

-¡1992! ¡Eso es dentro de 15 años!

-¿Cómo quieres llamarla?- Ignoró mis exclamaciones y siguió divagando- A mí me gusta Leire, suena musical... Porfa, ¿Podrás llamarla Leire?- Yo asentí con la cabeza.

-Ya verás... Será la flor más bonita de todos los jardines que he pintado en mi vida... ¡Como una preciosa rosa!

Tintineó y brilló tan fuerte que tuve que ponerme la mano delante de los ojos. Cuando retiré la mano, estaba sola.

Sola en un camino pintado por hadas, con nieve líquida en mi chaqueta y con la boca abierta me quedé ahí...

Seguí caminando pero lo que no pude ver es el destello que atravesó la espalda. Un destello lleno de magia y mucho polvo de hadas que hizo que olvidara todo lo ocurrido esa tarde... hasta hoy. 


Felices 28, mi rosa.




sábado, 7 de noviembre de 2020

El verdadero protagonista

Quedé relegada a un segundo plano en mi propia vida. Como si todo estuviese ya escrito y yo esperara a que el editor de mi vida escribiese hasta los agradecimientos.

Ya apenas me conmovía cuando alguna herida del pasado se reabría con nuevos acontecimientos.

Recuerdo el día que me encontré a un compañero del colegio en la frutería. Me hubiesen podido comparar con los tomates cuando toda la sangre me subió a la cara y notaba el pulso en las orejas, como cuando se metía conmigo clavándome el compás en la espalda o intentando levantarme la falda.

Sopesé darme la vuelta pero mis instintos de huida también estaban bloqueados. Cuando él me reconoció me saludó con un leve movimiento de cabeza y media sonrisa desinteresada y siguió comprando medio kilo de naranjas. 

Yo imité su saludo como si fuera su imagen reflejada en un espejo, aunque por dentro me sentía atrapada en los 14 años y totalmente humillada con todos los recuerdos que recorrían en avalancha todo mi ser.

Ahora, ese tipo de acontecimientos ya no me sumían en ese caos de emociones. Había aprendido a dominarlos, sin intención, pero eficazmente y dejaba que me recorriese por todo el cuerpo el sentimiento.

Como si me hubiesen inyectado en vena un compuesto de sedante con un poquito de amargura y el toque de salsa agridulce. Así me sentía mientras miraba el devenir de mi vida capítulo tras capítulo y las promesas del pasado romperse una tras otra.

Mientras se disolvían ante mis ojos yo les iba pasando turno por mis pensamientos como el cura que pasa la confesión de los domingos a las 6 en punto de la mañana. Una vez ya calmadas las aguas no me quedaba otra cosa que escribir.

Ver a mi ex diciéndole lo mismo que me decía a mí. 

Saludar amablemente a la profesora que me hizo quedar como una ladrona con 7 añitos delante de toda la clase. Me apodaron la manos largas aunque se demostró que yo no había robado aquel dichoso libro.

Tener que darle la razón a la arpía de turno que me decía, "vaya, al final no has encontrado trabajo de lo tuyo". Me amargó toda la carrera para que dejara el periodismo porque eso "no tenía futuro".

Cada una de esas ocasiones transmutaban en una página de mi libro. Por suerte, encontré oficio a base de encontronazos con esas y muchas más heridas del pasado, ya que no solo eran muchas sino que yo tenía un imán especial para atraer aquellas situaciones. 

Los malos momentos se me repetían tantas veces al día como una sopa de ajo mal bebida y a su vez escribía más que dormía. Hasta que acabé el libro, por fin lo tuve en mis manos.

Siempre veía las estanterías de las librerías de mi ciudad repletas de los libros de mis amigas y ex parejas. Ahora que todo el mundo tenía un libro yo me sentía estúpida de concertar una cita con una de las editoriales más prestigiosas del país. 

Cogí la mitad de lo que tenía ahorrado para pagarles un par de correcciones. La otra mitad era para publicar el libro con tapa dura, un capricho movido por la vanidad.

-Este capítulo es prescindible.

-No lo es- le repliqué a Marisa, la de la editorial cara.

-¿Qué aporta? 15 páginas enteras de pensamientos de la protagonista sin los cuales la trama sigue avanzando exactamente igual- La mujer, que iba de guay y poco convencional se sacó del chaleco desteñido un par de bolígrafos y tachó con una cruz el capítulo 7.- Muy bonito, pero aburrido para el lector.

-Mantuve el aire en los pulmones unos segundos antes de hablar- ¿Se supone que los pensamientos del protagonista no importan?

-Claro que importan, pero te equivocas de protagonista.

-No me entero de lo que me quieres decir.

-Eso es evidente.- Mi mirada paralizó por un momento la frivolidad de la señorita new age.- Verás, el protagonista aquí no está en la tinta de tu libro, sino sujetándolo. 

Entendí su punto de vista pero quería que siguiera hablando, como esperando a que convenciese no solo a mi razón sino también a mi orgullo.

-Quiero decir, que al lector que está enganchado a la trama no le importa lo que piense tu protagonista, sino lo que lee le hace pensar y sentir a él. El lector es el único protagonista que importa realmente.

Iba asintiendo dócilmente pero con una terquedad que me tensaba el cuello como las cuerdas de una guitarra. Con esa perspectiva tendría que cambiarlo todo.

-Por cierto, una cosita más...- Miré con fijación su tentativa de decir lo que de verdad quería decir o salir del paso con una banalidad de tres al cuarto- deberías de escribir menos sobre tu vida personal... las que van de víctimas y heroínas no suelen caer bien.

Había optado por la verdad y eso honraba a su persona y el dinero que me había gastado en esa corrección, muy a mi pesar.

-Gracias Marisa.

-Nos vemos en la próxima revisión.

-Y última...- Deslicé ente dientes.

domingo, 18 de octubre de 2020

Café y sexualidad en peligro de extinción

Hoy te hablo de preparar café por primera vez en una cafetera de las buenas, de esas que hace unos años salían en la tele.

Todo te sabe a cafetería de lujo en tu propia casa gracias a las capsulitas hiper caras. Desde el capuccino hasta el expresso italiano, todo bueno.

Qué locura.


Mientras me tomo un café de esos pienso en el sexo y la sexualidad como productos culturales en su evolución histórica y en cómo la sociedad ha decidido generar y derrocar tabúes a sus anchas entorno a esto.

Qué locura, otra vez. 


Es lo que tienen los cafés tan exquisitos, que te llevan a sitios de los que es complicado salir sin mojar.
Ya sabes que el café es una analogía del sexo según Bosé ¿no? Bueno, sigamos.

Creo que la sexualidad está en peligro inminente.

Desde el boom de la mujer hipersexualizada se ha ido bajando la intensidad sexual femenina. 
Ese boom ayudó en su momento a que a las mujeres se nos considerase una parte activa en las relaciones sexuales.


También se nos reconoció el derecho de sentir placer (porque sí, alguien, en algún momento, decidió quitarnos el derecho y luego tuvimos que reconquistarlo).


Pero bajo un pretexto feminista y necesario, la sexualización y, por qué no decirlo, la codificación femenina, ha bajado hasta el punto de que ver un videoclip de Jennifer López de 2012 me escandalice de culpabilidad y pena por las mujeres que salen ahí.



No tengo mucho más tiempo, porque se me acaba ya el café, quiero concluir con que este expresso italiano de hoy ha hecho que me posicione ante la capacidad de cambio de las influencias del discurso mediático popular en la mente y cultura social.

Tenemos el poder, hoy y ahora, de darnos pena en el pasado y de alegrarnos del presente que tendremos en el futuro.

Yo sé que a veces hablo raro, pero creo que se me entiende.

Cambia tu lenguaje, replantéate tu vida, tu ropa tus relaciones, tu sexualidad... y considera el comprarte una máquina de café de las buenas, de las que hacen espumilla, de verdad te lo digo.








jueves, 10 de septiembre de 2020

Te levantas y BOOM

Un día te levantas y BOOM. Te das cuenta de que la vida te ha calado fondo.

Te preparas el desayuno enfocada en tu trabajo, empiezas la jornada y te coordinas con otros proyectos... 

Al cabo de unas horas, cuando pensabas que de tanta información consumida ya nada es relevante, te encuentras haciéndote las mismas preguntas que te pidieron que te hicieras cuando empezaste a trabajar.

Esas preguntas que te hicieron pensar "Bueno tranquila, no llevas ni dos semanas trabajando, por eso no te las haces"

¿Qué valor estoy aportando? 

¿Cómo puedo dar más? 

¿Me exijo suficiente? 

Y ahí sabes que te ha calado todo, que lo has conseguido y que la vida es una carrera de fondo y muy a largo plazo que discurre en la sociedad del LO QUIERO PARA AYER. 

El día en el que mis amigas y yo nos dimos cuenta de que nuestros padres estaban constantemente improvisando, igual que nosotros ahora, nos dio un bajón. 

Saber que esa sensación de estar abocados a un vacío existencial constantemente no desaparece... Solo se aprende a gestionar. Unos mejor que otros y eso lo determina lo bien o mal que te haya calado la vida.

Porque la vida te cala hasta el fondo. Un día te levantas y BOOM ya no eres la misma por culpa de esa estúpida charla en el ascensor con la vecina del sexto. Ya no vas a decidir igual qué ropa ponerte por esa serie que viste el domingo antes de hacer la siesta...

Todo cala, marca, deja huella y nosotros en este mundo, improvisamos y cambiamos, nos adaptamos...

Por eso, el día que me vi haciéndome las preguntas exactas que mi jefe me pidió que me hiciera cuando entré a trabajar me dije, bueno, para mejorar solo hay que saber seleccionar lo que voy a escuchar



domingo, 23 de agosto de 2020

BASTA. Por mi prima.

Muchas veces siento que no soy nadie para hablar de política.

Casi siempre pienso que no tengo ni idea de economía como para opinar sobre la próxima crisis y que las medidas sociales y culturales son algo que van escapando de mi control.

Yo apenas tenía 18 años cuando el feminismo empezó a estar en boca de todos (otra vez) y yo, desde mi ignorancia constatada veía las incongruencias.

No pensaba que yo hubiese sufrido de machismo. NUNCA. 

No entendía por qué los homosexuales tenían que salir a la calle con pelucas para hacerse de notar... Si con eso solo conseguían más burlas y diferencia.

No creía que depilarse fuera algo que se me imponía, sino que yo prefería ir depilada porque sí.

Con el tiempo he ido trabajando mis pensamientos. Intentando tener un razonamiento crítico, llegué al agotamiento... y acabé por encontrarme en un limbo "centrista" en el que nada es blanco o negro. 

Anduve argumentando en un paréntesis en el que todo es aceptable hasta cierto límite, pero que ese límite era demasiado subjetivo como para saber decir basta. 

Hasta que mi prima cumplió 10 años y empecé a escuchar esto de ella:

-¿Cuándo va a ponerse un top? Ya tiene edad y se tiene que ir acostumbrando...

-Madre mía que peluda ha salido, que mal lo va a pasar con la depilación.

-Es demasiado independiente y nada cariñosa... Tendrá una adolescencia difícil.

-Menos mal que no es una niña gorda, así le irá mejor...

-Dentro de nada la regla... Disfruta mientras puedas que te queda poco para ser una mujercita.

Y ahí mi cabeza hizo algo raro, no diría que fue un clic sino que sentí como le echaban gasolina a mis ideales, le daban alas a mi fuerza y me hacían salir de ese centro para decir BASTA. 

Encontré la línea que me hizo decirlo.

Una línea muy clara en la que se le delimitaba a una niña de 10 años su etapa de felicidad y le marcaba cual sería su cruz para la exclusión social.

Me miró y me dijo que si quería jugar a ser Harry Potter y que construyésemos Howarts con una colchoneta y yo le dije que sí. 

Lo que no sabe (todavía) es que ahora ella es mi motivo para salir a la calle sin depilar y con falda. Porque me apetece, pero porque me apetece de verdad aunque tenga que hacerme la valiente.

Es mi motivo para ir a la playa cuando he engordado más que mis amigas y disfrutar el doble.

Es mi motivo para que cuando alguien dice algún comentario que la sitúa como blanco de discriminación social "a no ser que...", no quedarme callada y hablar. Hablar y ponerme seria. 

Es mi motivo para decirle que cuando le baje la regla, su desarrollo físico irá más rápido y que algunos idiotas le dirán que tiene mucha o poca teta, que seguro que le dicen que ha engordado cuando realmente es que se le ha desarrollado la cadera... y que le van a mirar mal si no quiere usar tampón y quedarse en el borde de la piscina... Pero que todo eso no importa. 

Que a veces duele y a veces no, pero que su prima mayor va a hacer lo que esté en su mano, como el resto de mujeres y hombres comprometides, para que si tiene endiometriosis, pueda no ir a trabajar ese día en el que los ovarios parecen bolas de fuego con tallos de espinas.

Le voy a decir que si quiere novia, yo la voy a querer igual que si quiere novio.

Le voy a decir que lo que dicen los demás es un reflejo de si mismos pero también de la sociedad, que no se preocupe... Que su prima hará que ella tenga más alas de las que tuve yo.


Porque su futuro es serio, 


es importante, 


y el mío 


y el de todes. 







domingo, 2 de agosto de 2020

Los pisos verdes

¿Quién vive en un edificio de color verde?

Pues mis vecinos y yo, eventualmente.

Las cosas cambian muy rápido. Los que están arriba de pronto pasan a estar debajo y eso que dicen que más vale vivir en una choza con risas que en un palacio llorando, es verdad.

Me he comido la hamburguesa más feliz de mi vida en un piso verde, donde era invenciblemente cachorro y desde luego muy muy afortunada sin saberlo.

Unas cuantas primeras veces, como poner la lavadora, cocinar para dos, tener la cama hecha y deshecha en un bucle sin fin...

Cenas con vistas aunque no haya terraza y terrazas con vistas al mar, a la montaña y a ti.

Lloreras que acaban en risa, abrazos de verdadero dolor por la despedida pensando que no habría una nueva bienvenida y así, en unos pisos verdes, fui haciéndome, a temporadas, al color de sus paredes.

Hay mucho drama de por medio pero releyendo estas líneas entiendo que he hecho más que muchos, que he luchado en la acera de enfrente y en ese edificio verde he vivido y sentido lo que se tiene que vivir y sentir cuando se está vivo así que gracias. 




miércoles, 6 de mayo de 2020

Dedicar libros

Yo no quiero dedicar mis libros, pocos merecen merece esa dedicatoria...

No voy a manchar mi esencia. A las que se lo dedicaría... ya sabéis todo el amor que siento y solo queréis lo mejor para mi, como siempre habéis hecho, por eso sé que me perdonaréis que solo os lo dedique de corazón y pensamiento.

Esa primera página, estará en blanco.

Quiero ver las líneas deslizándose por el párrafo invisible y un punto negro, contundente y sólido, tal que así.

Empezar la casa por el tejado siempre ha sido una buena forma de revelarse. Así que ¿por qué no empezar la historia con un punto final de una dedicatoria que nunca se escribirá?

Además, un punto es tan preciso y rotundo que solo tocará el corazón de quién supo amar la tinta tanto como yo.

Y punto.

Débil o fuerte

El momento en el que entiendes que el perdón y la comprensión nos hacen libres te das cuenta de que el cobarde es el que lo acepta y entiende todo. 

Al empatizar anulas tu moral para comprender la del otro. Aunque sea temporalmente. De hecho esto es algo muy bueno, nos permite ser mejores personas y nos da flexibilidad emocional.

Date cuenta que no nos asusta tanto en este contexto el término anular tu propia moral con el fin de ponerse en el lugar del otro y facilitar una vía de entendimiento... 

Pero en cambio, si ese mismo término lo usamos en cuestiones del amor la cosa cambia como por ejemplo: Anular la propia moral con el fin de satisfacer los deseos sexuales, sociales, económicos, familiares, etc... de la pareja. 

Ya no lo vemos como algo tan bonito y banal.

El débil empatiza, el fuerte argumenta hasta que deja su huella en la otra persona (es decir, le cambia la forma de pensar o actuar) o hasta que se cansa de intentarlo y se va con su moral intacta a otro lugar en el que encaje más.

Pero ¿Qué pasaría si todos quisiéramos ser fuertes? Dudo mucho que una madre alentara a su hijo a ser un débil... De hecho débil tiene unas connotaciones verdaderamente horribles para la autoestima de las personas, mira lo que dice la RAE:

DÉBIL:

1. De poco vigor, fuerza o resistencia
2. que por flojedad de animo cede fácil ante la insistencia o afecto
3- Escaso o deficiente en lo físico o moral

Por eso nos enseñan que ser fuertes es entender a todo el mundo, ser bueno, compasivo y comprensivo... ¡y no les quito razón!

Pero hazme caso y no seas tan fuerte. El débil es el que primero descansa tras un combate.

sábado, 25 de abril de 2020

Pura supervivencia

Hablas de condena cuando lo has tenido todo.

Yo me siento sucia de hablar de enfermedad por estar ahora sana y capaz de encontrar mi libertad.

Pero que nada se olvide, que las heridas germinen porque el olvido no las cura, solo las hace inútiles.

He pasado por un año de infierno y soledad, me quedan unos cuantos más, eso lo sé, pero el cuándo lo decidirá el azar.

Haré todo lo posible para no soltar tu mano, te prometí, mi rosa, que siempre estaré a tu lado.

Las espinas que me clavaste forman ahora mi alianza y son mi escudo frente al que me dice "por ahí no vayas".

Que les den por la espalda y que así sepan qué es caer sin darte cuenta de que el verdugo ha sido tu propio pie.

Madurez, eso les falta, cuando hablan por la boca sin un filtro en la cabeza, el humo que se queda es tan denso que hasta respirar les cuesta.

Y mira si se ahogan que en su vida no encuentran respiro y van a buscarlo en la de las otras personas. Por eso meten sus narices donde no les importa, no quieren molestarte, es pura supervivencia.

A las claras

El chantaje estará muerto cuando no te asusten sus armas, porque si el miedo no surte efecto, al abusón pronto se le cortarán las ganas.

Me dijeron ten cuidado con lo que subes en la red y yo pensé "por favor, si hay algo que quieran ver se lo harán con photoshop".

Por eso quiero arrancarme de la carne la vergüenza, para que no saque filo por el lado de mi ventana.

Que no puedan llevarme al suicidio por publicar mi cuerpo.

Muy orgullosos todos de ti hasta que juegas con pasión, ahí te giran la cara o te mira todo el pueblo sin excepción. No hay un punto medio, tienes segundos para huir o te paraliza la presión.

Puede que lo hable con rencor pero es que a mí me miraron solo por estar soltera, imagina cuando sepan que me gusta el cinturón, un pelo largo y me da igual lo que sea si no tiene corazón.

Resumiendo, que me importa lo de dentro, a mí ven a las claras que te las aplaudo, lo de fuera me da igual. Porque aunque se diga bajo, aún suena en la cocina, que la cáscara del huevo es la parte que tiene veneno.

He visto oscuridades más livianas que tus verdades. A la gente le cuesta entenderte porque dices ir de cara cuando en realidad lo que importa es lo que callas. 

Así, como esas, las medias tintas generan dramas, porque la otra media no es que no escriba es que se grita.



viernes, 24 de abril de 2020

Repite

Me sigo repitiendo en mi cabeza lo de sopla que así sanas la pupa.

Aquí el que más ha vendido sus ganas a la rutina y el que menos le ha dado puerta a su vida para probar suerte en otra esquina.

Si el amor fuera medicina ya estaríamos todos infectados de Covid y de morfina.

Derrumba cuatro muros y se encuentra con paredes que más que de piedra el material son cruces.

Las que lleva colgadas en el cuello cuando reza por la noche y pide a Dios que por favor, ahora que no la deje.

Hay tormentos que no curan ni mil años que te olviden, porque por más que sople, tu pupa no se cura.

Porque todos saben que aunque cicatrice, en piel seca eso pica.

Estudié carrera y a los meses empecé a vivir, fue peor que la primera caída cuando con la bici te decían "tranquila que yo te aguanto", pero en verdad ibas sola.  

Y ahora que recuerdo, se repite la historia, ahí también me dijeron que si soplaba la pupa curaba.




sábado, 18 de abril de 2020

Cuarentena

Estamos todos confinados, en cuarentena.

Nos movemos como peones esperando a que nos maten y no sabemos bien quien lo hará, si el Coronavirus, el aburrimiento o la soledad.

Pensando en mi cama descubrí dos cosas: 

-Quedarse en casa, no es lo peor que te puede tocar soportar. 

-Esta no era la peor cuarentena que vivía ni de lejos. 

Sí, me dolía la muela, me arrepentía de muchas cosas pasadas durante todo el tiempo libre que tenía y también me agobiaba con el trabajo sin poder salir de entre cuatro paredes y una pantalla... pero aún así, de corazón os aseguro que no era la peor que sufría.

La peor con diferencia fue mi propia cuarentena particular del 2018-2019. 

Eso sí fue horrible. 

Eso sí fue doloroso. Eso sí fue una plaga de destrucción en todo mi mundo. 

Pero como todo, pasó, se enfrió y murió... 

Y como toda muerte cercana e importante ahora descansa bajo la tierra de otros recuerdos, le lloro de vez en cuando y siempre la llevaré en el corazón.

Una ruptura más

-"He aguantado lo inaguantable"

-"Pues yo te veo bien".

Me miró serio y apenado-"Me merezco pasar página..."

-"¿Y yo merecía que me engañaras? Han habido tantas mentiras y tantas oportunidades..."

-"Sí, de ser lo que tú querías que yo fuera. No sabes lo que es pasarme cuatro años avergonzado de gran parte de lo que soy, solo porque tú no eres capaz de aceptarme". 

Mi gesto hasta el momento impasible se crispó. Sabía que yo no era fácil de asumir, aunque sí de tratar. 

Me sentía orgullosa de necesitar apenas unos poco mimos, una cena al mes y unas risas una vez por semana para estar feliz en una relación. No era una novia exigente que necesitara viajes o regalos constantes y mucho menos caros... 
Pero el precio a pagar si querías estar conmigo era alto: nada de sexo, nada de pasar noches a solas, muchos celos, nada de conocer familias, cero alcohol y cero fiestas...

Sé que había podido tenerle tanto tiempo en ascuas gracias a la culpabilidad que él sentía tras haberme puesto los cuernos dos años atrás. 

Ambos éramos conscientes de que ahora estaba "saldando su deuda", de alguna forma. Se había redimido prometiéndome y demostrándome que podía darme la luna durante más de un año.

Había sido un año de locos y sorprendentemente doloroso para mí también, no solo por él... Y era hora de acabarlo.

-Eres libre no te culpo.

-Gracias.- Hizo una pausa eterna y tuvo la osadía de rematar mi angustia con un seco "no dejaré que nada ni nadie manche el recuerdo de lo nuestro". 

No hubo una mirada larga ni un beso de despedida. Me dio tiempo a decir un "yo tampoco" mientras pensaba en lo bien que se le había dado siempre hablar. 

domingo, 5 de abril de 2020

Una duda para vosotros

Yo tengo una duda para todos los que os quejáis de los políticos y su mala gestión del país, para todos los que culpáis al Gobierno de vuestra falta de éxito, de lo mal que va la economía, de las muertes...

Que no nos gusta a nadie ni sus sueldos con dietas y viajes y tampoco sus reformas, ya lo sabemos todos. Hasta ellos lo saben. 

Nunca llueve a gusto de todos pero es que hace ya muchos años que llueve a gusto de nadie.

Que la pandemia es mundial y las muertes inevitables.

Que si tu negocio no chuta no es cosa de España, es que, amigo, Europa debe mucha pasta. (Y sí, hay sueldos más altos que otros sin motivo)

Que lo que vaya a pasar en el país y en los bancos, no depende de ti ni de tu voto.

Ojo, votar siempre, votar cuenta y marca la diferencia... 
Porque los resultados electorales son el único mensaje unilateral, entendible y serio que mandamos los ciudadanos de un país al resto del mundo. 

Y sí, un mal resultado electoral para un partido también  les da la oportunidad a nuevas caras de hacerlo bien y poner temas relevantes sobre la mesa.

 Porque políticos buenos, los hay... Lo que pasa es que de camino a la cima se los comen, como os he dicho, van incluidos en el precio de las dietas.

Que de lo que le pasa a tu negocio y vida eres un 90 % responsable y te aseguro que ese 10 % no te hunde ninguna de las dos cosas para siempre.

Que la economía no la controlas tú, la controlan otros y siempre ha sido así. Ahora les ha dado por tirarnos un virus encima, pero antes eran fusilamientos. 

Y por cierto, hablando de masacres, ¿muy calladitos están los terroristas asesinos en nombre de algún Dios, verdad?

Pronto hablarán, ya verás, o peor, nos harán hablar.

¿Eso también lo controlará tu voto?

Hasta gracias y muchas nunca.



lunes, 23 de marzo de 2020

Antes de las dudas

El cielo estaba ahí antes que las dudas. 

No olvidemos esto cuando empecemos a titubear mirando a las nubes, como si la respuesta estuviera escrita en su lluvia. 

Entre los ángeles y demonios del corazón, nos enfrentamos al rechazo con diversidad. Y así la batalla logra la victoria para el lado del color.

Y es que es comprensible tener miedo a no encontrar la armonía entre tanto dónde dibujar...

Para paliar los miedos nos acogemos a la norma, porque pisar el suelo nos hicieron creer que era más seguro que volar por el cielo. 

Pero igual que de niño pintabas fuera de la raya, y lo ponían en la nevera con un imán, ahora sal de la raya y te lo pondrán en internet.

No habrán palabras para definir lo que siento cuando miro nuestras fotos, pero el pasado no es presente sino que es un simultáneo del amor. 

Así como el perdón lo es del rencor. 

Así como la indiferencia lo es del olvido.



viernes, 20 de marzo de 2020

La pérdida

La pérdida es esencial para el crecimiento:

Si no pierdes no aprendes. 

Si no te falta, no buscas.

Lo que aprendemos de la pérdida, al final, es que no existe tal.  

Porque no puedes perder algo que está dentro de ti y si no está dentro de ti, no es algo que pierdes sino algo que sobra. 

Dentro de ti, al igual que dentro de mí, estamos todos. A tu interior pertenecen todos los animales de este cosmos, toda la materia en creación y destrucción, toda acción con intención que, interesada o no, exige una doctrina.

Dentro de mi llevo las cenizas de las llamas y hasta la última brisa salada. 

Por eso solo sanas de la pérdida cuando pierdes, porque al final aprendes que nunca te falta lo que de verdad importa. 

Y así la pérdida se convierte en una suerte casual y la paradoja del "ya no está" desaparece sin más.


martes, 17 de marzo de 2020

No podrás

Es más fácil que un asesino entienda a la víctima, que los mares se sequen y que no vuelva a salir el sol a que tú entiendas por lo que pasé... Porque no quieres entender y como no quieres, no podrás.

"Antes estabas más encerrada en casa, no te quejes ahora"

No quiero ni intentar que sientas lo que yo sentí cuando dijiste eso, porque esa frase está tan vacía de empatía y comprensión que dudo que ni intentándolo pudieras.

A alguien con 40 de fiebre no le dices que le conviene salir a la calle porque lleva muchos días encerrado. Lo mismo pasaba conmigo. 

Es contraproducente para alguien con depresión y ansiedad estar con personas que le producen más ansiedad y depresión, aunque no sea verdad, aunque solo esté en mi cabeza, hay que respetar el proceso, el espacio y las necesidades.

Así que imagínate lo absurdo que era forzarme a estar más con gente que me agravaba mi malestar, cuando hasta con depresión y ansiedad salía todos los días a sacar al perro no una, sino hasta dos veces. 

Piensa lo innecesario que era poner a una persona que lucha por su felicidad contra la espada y la pared, queriendo que se sienta mal por encontrar por fin a alguien que le hace feliz... Solo porque tu moral y tus valores crecieron en el rechazo a la diversidad.

Recapacita y dime: alguien con depresión y ansiedad que sale todos los días a pasear mínimo una vez, que pasa el día gestionando sus emociones, buscando trabajo para salir del paso y que intenta entablar una relación sana y estable... dime si esa persona necesita que la fuercen más o que le hablen con rechazo por sentir amor. 

"Eres un mierdas" Eso es lo que tendría que haberte contestado, pero me callé. Me quedé en silencio, gestionando la oleada de mala leche que me recorrió la espalda, lo gestioné, irónicamente, tal y como había aprendido en esos meses de "encerrada en casa". 

Y me fui. 

Si ahora llevo peor el estar en casa es porque antes salía una vez al día, ahora no piso la calle. 

Antes procesaba emociones, ahora necesito actividad para quemarlas

Necesito moverme más es porque antes caminaba y estaba tumbada, sentada, tenía tiempo libre para hacer ejercicio cuando mis emociones me lo permitían... 

Pedí un psicólogo, pedí ayuda y no lo considerasteis procedente y sé que en parte fue por no querer aceptar que yo estuviera sufriendo y no pasa nada. Salí adelante de la única forma que supe y que tuve ovarios de sostener.

Y resulta que ahora tengo dos trabajos que ejerzo de forma online por solidaridad, porque vivimos una pandemia mundial, y trabajo sentada en una silla al lado de la cama dónde descanso, desde las 9 de la mañana hasta las 14 y otra vez desde las 17.00 hasta las 19.30 en el mejor de los días. 

Y disculpa si me repito, pero estoy sin salir de casa y sin tiempo libre para hacer ejercicio. 

Así que cállate. Guárdate tus mierdas en tu cabeza. Ya no puedes decirme nada. Y por cierto, no tienes ningún derecho ni siquiera de hablar de ese periodo de mi vida, porque no solo fuiste un agravador de mi malestar, sino que además no podrás entenderlo jamás.

Intento no guardarte rencor, perdonar y pasar página, facilítamelo.





martes, 18 de febrero de 2020

En un globo

Se han ido las culpas miedos y los grandes logros también. Nada me pertenece, ni lo bueno ni lo malo, lo doy todo para sentirlo más y mejor.

Lo cargo todo noche tras noche en un globo que entrego al sueño, asciende hasta que lo pierdo de vista, igual que las memorias de lo que un día nos robó el aire y nos hizo rompernos y gritar al aire.

Todo se va, se entrega y solo queda lo que se agradece cada noche. Solo guardas tu último aliento, ese momento de ser por última vez y dejar de saber cómo es el color del amanecer.


Soy la mejor

Sí, soy mejor que ella, soy mil veces mejor.

Que ella y que todas.

Mejor hija, mejor madre, mejor nuera, mejor cuñada, mejor vecina, mejor novia...

No es competitividad, no es falta de hermandad, no es superioridad, es necesidad y valor de decir soy mejor.

Después de una vida de inseguridad hoy sé que solo me ha faltado el repetirme en el espejo todos los días, "soy la mejor".


Es la importancia de hacerme de valer, de programarme para ser la mejor, pero no comparada con otras, sino conmigo misma. Y sí, esta lucha interna me hace mejor que muchas otras personas, si no, no me molestaría en perder el tiempo con esto.

Pero no creas que soy la mejor porque sé hacerlo todo bien, porque sea la más guapa o porque no cometa errores... 

Soy mejor porque no saco a relucir tu peor cara. 

Soy mejor porque no hago daño.

Soy mejor porque valoro lo que tengo y a aquellos que me rodean.

Soy mejor porque me quiero.

Soy mejor porque veo el arte en el resto y aprendo de los demás.

Y porque no busco nada de nadie, lo que busco es dentro de mí. 

Estoy cansada de ser la que tiene que cambiar las cosas, yo, por ahora, solo voy a cambiar para funcionar bien conmigo misma, no con el resto del mundo.

Soy firme defensora del cambio constante, de la evolución, del mejorar... Pero no de dejar de ser yo.

Soy mejor porque para crecer no piso a los demás. 

Soy mejor porque mis luchas solo las sé yo. Por eso para mí yo soy la mejor. Porque si no lo soy para mí, no lo seré para nadie más... Bueno sí, para mi madre. 

Si quieres pinchar a alguien y sacarle las uñas y dientes a otra corre, vete a hacerlo, pero a mi no vengas, porque no te voy a tolerar ni una vez más.







viernes, 31 de enero de 2020

¿Desconfias de mí?

Le pregunté eso y el silencio respondió.

No podía juzgar su respuesta. Yo también desconfiaba.

-Hazme reír- le pedí entre lágrimas y volvió a responderme un silencio que agrandó y alargó mis sollozos. 

Quise recordarle lo de que si alguien llora es porque ha sido fuerte durante demasiado tiempo, pero antes de que me diera tiempo, me remató con un: "Es que eres demasiado infantil todavía y no sé si aguantarás".

Infantil no, fuerte.- pensé, pero infantil era responder a alguien que está sordo en su visión, así que lo dejé pasar.




La humanidad es débil. Somos débiles y eso nos hace increíblemente peligrosos. 

No nos callamos los secretos, no sabemos pasar situaciones difíciles solos... Somos dependientes de un apoyo constante.

martes, 28 de enero de 2020

Perfecta imperfección, parte 23

Parte veintitrés por la edad, porque no sé cuántas entradas le he dedicado ya a este concepto y porque me estoy dando cuenta de que cada entrada ha supuesto un significado diferente en cada etapa de mi vida. Porque sí, en este blog hay cuentos de hadas y también trozos de mi vida en intentos de poesía.

El mundo es perfectamente imperfecto, la naturaleza no se equivoca porque no está atada a una moral, es letal, devastadora, preciosa y milagrosa al mismo tiempo. Regenera cuerpos, crea ciclos de vida infinitos, genera abundancia y toda causa tiene su efecto y propósito u origen. 

En definitiva que tú no estarías aquí si no fueras tan perfecto como la naturaleza lo es por definición.

Sí, tú, incluso con tu depresión, bipolaridad, TOC, cáncer, ELA, virus, bacteria, hongo, deformidad... Eres, tal y como ya cité aquí hace casi 10 años, fuking perfect como dice P!NK.

El sufrimiento y el caos también es materia en un orden perfecto que simplemente nuestra mente no logra entender, con su causa y consecuencia.

Solemos atribuirle nombres incorrectos a cosas que nos producen sentimientos negativos, como por ejemplo, la recientemente citada: "caos". Cito textualmente de la buena de la Wikipedia:


La palabra caos viene del griego χάος (khaos), palabra que en origen designa a un abismo oscuro, pero que en las cosmogonías y la filosofía griega significa "masa de materia sin forma". En la mitología griega, Caos era un abismo desordenado y tenebroso que existía antes de la creación del mundo.



El origen del mundo, de todos nosotros, fue precedido por el caos. 

En cambio, hoy en día un atentado terrorista se puede llegar a denominar así: www.expansion.com › sociedad › 2017/12/11Un atentado terrorista fallido provoca el caos en Nueva York

O incluso la popular frase de "mi vida es un caos" que usamos con una connotación negativa, no tiene ni pies ni cabeza. Es una masa de materia, sí, pero con forma y energía que constantemente cambia de vibración y se transforma en una cosa u otra.

La vida es perfectamente imperfecta, porque viene del caos y porque no se cuestiona el bien del mal. El caos tiene una perfección que escapa a nuestra percepción. Con su muerte y transformación, con su dolor y alegría da paso a la creación.

Los seres humanos actuamos y creamos según la moral. Decidimos que una cosa es justa o injusta según nuestro código de acción social en lugar de fluir y ese es nuestro verdadero error.

Si el universo se planteara las cosas, no hubiera estallado.

Si el mundo entendiera de bien o mal no tendríamos lo que nosotros vemos como cosas malas, no existiría el sufrimiento.

Es más, si la moral fuera natural no la usaríamos tanto para limitar y juzgarnos... Porque un oso no juzga a la mantis religiosa cuando mata al padre de sus crías y los terremotos y tsunamis no limitan su fuerza ni territorio.

Entonces, ¿acabo de decir que nuestra perfección reside en el caos y la imperfección en la moral? Sí, creo que sí.










domingo, 19 de enero de 2020

Lluvia

Aunque puedas sentirla, verla y tocarla, no puedes describir la lluvia. Lo mismo pasa contigo. Y es que cada vez que llueve lo hace para todos por igual y tu siembras el caos más bonito para cualquiera que te mire.

Mi lluvia es tuya, y tú eres mi momento de manta y sofá, a ser posible con frío y... contigo.

Los días grises te llevan en una marea de lágrimas, porque igual que a la lluvia no le puedes quitar el frío yo no puedo avivar tu corazón congelado cuando tus pensamientos son tormenta. Y ojalá pudiera. Con más mantas, más besos, paseos y abrazos en medio del caos al que me someto para estar contigo y ese es mi regalo. 

Para qué quiero el verano si yo lo que quiero es que me lluevas siempre.


lunes, 13 de enero de 2020

Mi primer baile




Tú fuiste mi primer baile, fuiste la primera vez que me sorpendí a mí misma como una líder, disfrutando, pidiendo marcha y algo sinvergüenza. 

Tú mayor, cansado, pero con los ojos, tiempo y corazón solo para mí.

Gracias por esos minutos que hoy después de 20 años guardo en mi corazón.

Sé que en parte querías estar en el sofá, con los demás, acabándote la merienda, encenderte el puro y tomarte la pastilla, pero ahí estabas conmigo, desesperado por seguirme el ritmo.

Te cogí las manos sin miedo y con unos pocos nervios empecé a bailar y al ver que no funcionaba, te pedí que me enseñaras. Confieso que yo estaba tremendamente sorprendida de mi valentía y despojo, cosas que tú ya habías visto en mí, pero eso yo no lo sabía.

Juntos y de la mano me subiste los pies a los tuyos y sin parar bailamos hasta que la cinta de cassette acabó. Me di cuenta de lo grandes que eran tus pies y de cuánto me gustaba bailar. Gracias por enseñarme eso, aunque he de decir que no lograste enseñarme los pasos, sigo siendo un desastre con la coordinación.

También quiero decirte, aunque ya lo has visto desde ahí, que no he repetido esa experiencia nunca en mi vida, no así, desde luego, te echo de menos.

La vida te da lecciones de baile todos los días, aprendes a deslizarte por las horas y a dar vueltas hasta encontrar la solución a los problemas que te vienen, pero sin ninguna duda, mi mejor baile eres y siempre serás tú. Gracias abuelo, que bien bailaste la vida y que buen inicio de la mía me diste.

domingo, 12 de enero de 2020

Flecha

Hace unos años tuve un pequeño despertar de conciencia. Un primer atisbo de lo que yo realmente era y de cómo percibía el mundo.

Estaba hablando en clase con una compañera sobre una discusión que acababa de tener con unas amigas por un rumor. Un cotilleo acerca de mí que acabó siendo cierto. 

Un rumor sobre cosas de amores, temas del corazón que a ciertas edades despistan hasta al más bravucón. 

Ella no comprendía cómo podía estar yo tan afligida por un 'chismorreo': "¿Qué más te da que hablen, que sepan de tu vida?"

Mi comprensión no alcanzaba la magnitud de su pregunta. "Que qué más me da, dice" repetía yo ojiplática.

Yo, que tenía por mejor amiga a mi madre y mis amigas no sabían ni dónde me metía los fines de semana, estaba siendo expuesta con toda mi vulnerabilidad a una panda de carroñeros. Mi sentimiento de opresión me retorcía con tal magnitud por dentro que mi pecho y mis lágrimas querían ir a la par.

"No tienen derecho a hablar de mi"

"Sí lo tienen y además no es malo, te gusta alguien y punto".

No conseguía entender su idioma de carpe diem y ella lo sabía así que cogió mi mano y me dibujó una flecha en la parte interna de la muñeca.

"Mira, la punta de esta flecha es tu destino, el resto de la flecha es el camino, la dirección es la misma pero lo que vives ahora no tiene nada que ver con lo que señala tu destino, sigue la flecha". Yo ya no sabía si esa chica hablaba chino o ruso y yo acababa de enterarme o si mi inteligencia brillaba por su ausencia. La cuestión es que inmediatamente después, abrió su agenda y me mostró una pagina llena de dibujos de flechas. "¿Ves?, yo las uso si estoy triste para recordarme a dónde voy". 

Y se fue.

Se levantó de la silla y se fue al baño antes de la siguiente clase. Luego se fue a su casa. Tras el colegio e instituto se marchó al extranjero a estudiar la misma carrera que yo. Ahora no sé que hace, pero creo que ha vuelto a irse, a otro destino, con otros momentos.. Aún así creo que sigue mirando la punta de su flecha y yo sigo recordando ese momento en el que mi mundo fue un rumor y a su lado todo era polvo que pronto un día el viento se llevaría.


Despertando

Para los celtas, el invierno es el inicio de todo. Para el resto de mortales también. Prácticamente todas las culturas del mundo, incluso aquellas que se guían por el calendario lunar, comienzan el año en esta estación. 

La leyenda celta cuenta que el día del solsticio de invierno, el sol vence a la oscuridad porque a partir de ese día, la noche comienza a alargar y el sol permanece unos instantes más tal y como avanzan las semanas. Así es como en el mes más frío para este trozo de universo, la vida empieza con el hielo y las chimeneas encendidas. 

Nos han enseñado que a la vida se juega con una mano, que el disfrute es en verano y que el resto es trabajo. Pero no es así. Las flores que en primavera lucen radiantes se celebran en diciembre. Cuando el frío congela tus manos y todo cuesta un poquito más, es cuando la vida comienza a germinar.

Por eso, si te está costando, si tienes frío por dentro, si te tiemblan los huesos y no te queda resuello... Tranquila, es que lo bueno está despertando.



jueves, 9 de enero de 2020

Sopla peque

Me dijiste que si duele, que sople, todos los días. 

Como si fuera una herida, que se vaya el ardor y me llene el alivio... 

Ayúdame a soplar, no te canses de mis heridas.


jueves, 2 de enero de 2020

Waiting you passed by

I was waiting for the Christmas to rejoin us. 

I was waiting for the stars to guide me. 

I was waiting for you to stay there,

 but it was unfair and my mind blew it away.



miércoles, 1 de enero de 2020

Japón

Aquí en 2020 es cuando he empezado a llorarte. 

Ya me conozco el proceso donde la puerta por donde se sale de tu vida cada vez es más grande, la voz más muda y todo, supuestamente, menos importante. 

Te necesito junto a mi para seguir creyendo en el amor. De qué te puedo culpar yo si solo soy un simple peón de una mente demasiado asustada. 

Lo que tengo es lo que soy y lo que quiero, en teoría, a dónde voy. 

Los problemas se hacen sumas y la resta somos tú y yo

Y con el estómago en un nudo te aviso de que el dicho de: "La vida son dos días" es una mentira. 

Yo llevo aquí ya unos cuantos días y joder, que lento va.


Nunca veremos juntos Japón.


Enseñar y aprender

Enseñar y aprender. Nunca imaginé que irían tan de la mano, que serían tan recíprocos. Cuando fui alumna nunca imaginé estar enseñando a mis...