Cuando el reloj marca las once me decido a aparentar un día más, me visto y salgo de mi lamentable estado para sumirme en otro mucho más lamentable en mi opinión pero mejor visto por el resto del mundo, el de aparentar. Reviso mis uñas, me hago un moño lo suficientemente alto como para que no me moleste al conducir, rezo por tener las llaves, gafas de sol y el resto de cosas en el bolso ya preparadas y bajo al garaje con el dinero justo para comprarme un batido al llegar a la biblioteca.
Hoy empieza mi nueva vida, pero hoy el sol ha salido de nuevo para todos, menos para mi.
By: Kiissy
(Fragmento rescatado de mi segunda novela)
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