sábado, 10 de noviembre de 2012

Sobre la avenida

Diego no podía respirar, sus pies colgaban y podía ver la transitada avenida bajo ellos.

Las manos las tenía aferradas al borde del muro en el que se sentaba, le temblaban mucho y eso le ponía furioso. No podía ni morir seguro de si mismo, en un intento de control de su vida.

Diego no veía que la única razón de suicidarse era una completa pérdida de control de tu vida. Que irónico.

Así es la vida, la sociedad, llena de ironías.
Deja que saborees la miel pero te la pone cada vez más inalcanzable.

"Quiero saber de ti aunque es imposible, 
quiero creer cosas que no son, solo para tenerte cerca."

Sobre la avenida, Diego observaba a la gente entre el vaho de sus propias exhalaciones, tan fuertes y rápidas que le parecían ajenas.

La gente no se percataba de su presencia, ni los coches, ni tan siquiera los pájaros que volaban en frente de el le miraban más de dos veces antes de batir con energía sus alas y continuar el vuelo.


Por alguna razón tras pasar la tarde y la noche solo, frío y sin control de si mismo, comprendió que no puedes quedarte sentado esperando a que la gente vea que estás ahí, lo bueno que eres o que se sienten a tu lado para escuchar lo que tengas que decir.


Hay que levantarse, ir hacia los que están sentados y parar a los que se mueven desconcertados.


Entonces hay que seguir moviendo tus propios pies, y la gente te seguirá, parará cuando tu pares y se sentará al hacerlo tu. Darás un camino, la gente te verá hablará de ti, formarás parte de su vida tan solo con andar.
Andar a su lado aunque solo sea de paso.


By:Kiissy



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