miércoles, 5 de junio de 2019

Juicio de 15 minutos

¿Hoy habéis vuelto a hablar, verdad? Dime, ¿qué les has dicho?

¿Cuántas noches le has dedicado a pensar en lo que hiciste?

Porque yo a veces sigo sin dormir por culpa de tu ignorancia.

Tu castigo solo lo conocerás tú porque... yo no me quedaré ni como espectadora ni ejecutora.

El castigo de los que hablan alto es una sentencia pública, una muerte a gritos y un descanso para el olvido en una era donde el juicio es online y los próscritos se llaman valores y moral.

15 minutos de fama, 15 de angustia, una reputación de por vida y cientos de voces que intentando argumentar, opacan la verdad del inocente, que, aunque no es la única verdadera, si es la única que debería ser escuchada. 

Porque las injusticias deben tener la voz del débil y no de quien se aprovecha de ellas y vive en la moralidad del accidente.


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