viernes, 22 de marzo de 2013

Hago daño

Cada una de las palabras que digo las dejo salir sin apenas pensar, así como me infravaloro a mi no tengo en cuenta que lo que haga o diga no va a caer en saco roto, hago daño y cuando me doy cuenta, trato de rectificar, pero me dejo llevar, me engaño aparentando que todo va bien, que mi actitud es intrascendente y así es como al final todo sigue igual, las cosas empeoran y te das cuenta de que todo puede ir siempre peor de lo que va.

Ahí, justo en ese momento todo lo que has dicho te vuelve a ti, como un karma instantáneo, entrando de nuevo hasta lo más hondo de tu ser como aceite hirviendo por tu garganta, pecho... Y al final te arrebata la poca cordura que te queda haciendo que rompas en llanto, que estalles en angustia...

No es algo efusivo este final, tan solo te sientas y te dejas llevar en la soledad porque ya no quieres seguir luchando por mejorar las cosas, porque hacerlo sería algo realmente estúpido.
Las nauseas te atrapan, de pronto solo sufres y te duele el pecho como si ahí dentro realmente hubiese algo con valor, algo de lo que ni siquiera te sientes merecedor... Te sientes realmente horrible.

Si tengo la capacidad de control emocional de un ladrillo, lo siento, pero hasta el momento es así.

Todo esto se resume en errores, malas decisiones, sufrimiento, más sufrimiento, algo más de sufrimiento, otra mala decisión y como guinda más infravaloración y desconfianza hacia ti mismo y eso es todo...

Así es hasta que te consumes, pierdes toda la entereza interna que tenías y no se si algún día podré avanzar pero de momento, no lo parece.

¿Que cual es el inconveniente? perderme a mi misma, a todas las personas importantes de mi vida y todas las oportunidades de cambiar.

2 comentarios:

  1. EL DOLOR, de Amalia Bautista, de su libro de poemas "Estoy ausente"

    El dolor no humaniza, no ennoblece,
    no nos hace mejores ni nos salva,
    nada lo justifica ni lo anula.
    El dolor no perdona ni inmuniza,
    no fortalece o dulcifica el alma,
    no crea nada y nada lo destruye.
    El dolor siempre existe y siempre vuelve,
    ninguno de sus actos es el último
    y todos pueden ser definitivos.
    El dolor más horrible siempre puede
    ser más intenso aún y ser eterno.
    Siempre va acompañado por el miedo
    y los dos se alimentan uno a otro.
    .......................
    Persona valiente... confiesas tus debilidades, que son las de muchooooos más de lo que te imaginas... en el fondo no somos tan raros, ni tan malos, ni tan... somos débiles y necesitamos apoyo mutuo y comprensión.
    Me he sentido completamente identificada con lo que has escrito. Bien pudiera haberlo escrito yo... Deberiamos saber canalizar esa flecha venenosa que lanzamos al otro y que, sin duda, acaba hiriendo mucho más al verdugo que no a la víctima... Lo conseguiremos, claro que sí!
    Un abrazo!
    Pili.

    ResponderEliminar
  2. El dolor sí que nos hace mejores. Me he sentido exactamente como describes en muchas ocasiones, y el dolor no me ha destruido, sino que ahora soy más sabia y más compasiva con los que sufren. Dice un amigo mío que todo lo bueno cuesta, y si quieres llegar a tener más claridad y fortaleza el camino es duro, pero vale la pena. El dolor solo te descompone cuando no lo aceptas. Si lo aceptas, ya no se le llama dolor, sino conciencia. Porque cuando sufres te vuelves más consciente de tu humanidad, y por eso mismo, de tus posibilidades ilimitadas de sanar. Ser consciente de tu dolor y aceptarlo es la antesala a un estado más elevado de ti misma."El sufrimiento es la lluvia sobre tu vida. Cuida de encauzar sus aguas". Cayetano Arroyo

    ResponderEliminar

Deja un comentario y haz más amena esta hora del té :) GRACIAS

Enseñar y aprender

Enseñar y aprender. Nunca imaginé que irían tan de la mano, que serían tan recíprocos. Cuando fui alumna nunca imaginé estar enseñando a mis...