miércoles, 6 de mayo de 2020

Dedicar libros

Yo no quiero dedicar mis libros, pocos merecen merece esa dedicatoria...

No voy a manchar mi esencia. A las que se lo dedicaría... ya sabéis todo el amor que siento y solo queréis lo mejor para mi, como siempre habéis hecho, por eso sé que me perdonaréis que solo os lo dedique de corazón y pensamiento.

Esa primera página, estará en blanco.

Quiero ver las líneas deslizándose por el párrafo invisible y un punto negro, contundente y sólido, tal que así.

Empezar la casa por el tejado siempre ha sido una buena forma de revelarse. Así que ¿por qué no empezar la historia con un punto final de una dedicatoria que nunca se escribirá?

Además, un punto es tan preciso y rotundo que solo tocará el corazón de quién supo amar la tinta tanto como yo.

Y punto.

Débil o fuerte

El momento en el que entiendes que el perdón y la comprensión nos hacen libres te das cuenta de que el cobarde es el que lo acepta y entiende todo. 

Al empatizar anulas tu moral para comprender la del otro. Aunque sea temporalmente. De hecho esto es algo muy bueno, nos permite ser mejores personas y nos da flexibilidad emocional.

Date cuenta que no nos asusta tanto en este contexto el término anular tu propia moral con el fin de ponerse en el lugar del otro y facilitar una vía de entendimiento... 

Pero en cambio, si ese mismo término lo usamos en cuestiones del amor la cosa cambia como por ejemplo: Anular la propia moral con el fin de satisfacer los deseos sexuales, sociales, económicos, familiares, etc... de la pareja. 

Ya no lo vemos como algo tan bonito y banal.

El débil empatiza, el fuerte argumenta hasta que deja su huella en la otra persona (es decir, le cambia la forma de pensar o actuar) o hasta que se cansa de intentarlo y se va con su moral intacta a otro lugar en el que encaje más.

Pero ¿Qué pasaría si todos quisiéramos ser fuertes? Dudo mucho que una madre alentara a su hijo a ser un débil... De hecho débil tiene unas connotaciones verdaderamente horribles para la autoestima de las personas, mira lo que dice la RAE:

DÉBIL:

1. De poco vigor, fuerza o resistencia
2. que por flojedad de animo cede fácil ante la insistencia o afecto
3- Escaso o deficiente en lo físico o moral

Por eso nos enseñan que ser fuertes es entender a todo el mundo, ser bueno, compasivo y comprensivo... ¡y no les quito razón!

Pero hazme caso y no seas tan fuerte. El débil es el que primero descansa tras un combate.

Enseñar y aprender

Enseñar y aprender. Nunca imaginé que irían tan de la mano, que serían tan recíprocos. Cuando fui alumna nunca imaginé estar enseñando a mis...