martes, 25 de junio de 2013

La primera.

Existió una primera chica cuyos ojos eran del color del universo con cada una de sus estrellas y galaxias, su cabello eran apenas hebras de granos de sal que nacían en su piel escrita a sangre por la vida misma.

Camina sola y eso le basta para olvidar como respirar, sonreír, vivir... Porque ciertamente ella nunca ha respirado, sonreído o vivido. Entonces sería lógico pensar que sus dulces lágrimas no son más que reflejos borrosos por el licor del profundo océano.

Pero recuerdos de amor escapan a su entender, nunca amó ni fue amada pero sufre por ello tan profundamente que los desgarros del corazón brotan hacia fuera destrozando las delicadas líneas escritas en ella y creando cicatrices que marcan los puntos a las oraciones del alma... Pero a pesar de no ponen los límites al propio ser si este no lo permite.

La locura desvanece su mirada, que se torna con el paso del tiempo en dos agujeros negros conmovidos por el sol que abrasa sus hebras de pelo y las mezcla con las lágrimas que se tornan saladas y agravan las cicatrices.

Así, poco a poco, la chica se torna en mujer y de ella descendemos todas.

By: Kiissy




Tus propias razones


Porque todos estamos jodidos en este mundo de mierda, porque no descubriremos la verdad hasta la muerte, porque nadie nos va a escuchar ni nos dirán nada más allá de la mentira, porque así es la vida.

Hay que encontrar tus propias razones para seguir adelante, hay que depender de algo material para aferrarnos aquí y no querer escapar de esto, si no fuese así estaríamos casi todos muertos.

Si solo te sientes viva con dolor, si solo sabes vivir destrozándote, si no te has convencido aún de que tu no eres el problema… Despierta ya, te va a doler, te dolerá mucho y caerás hasta rendirte porque ni siquiera tendrán piedad de dejarte tocar fondo para regresar a la luz.

Pero tienes que abrir los brazos tratando de ser un modelo perfecto en ese pozo de mierda del que nadie te saca, tienes que gritar que estás ahí tienes que construirte unas alas y descubrir de lo que eres capaz entonces, para llegar arriba y volver a caer una vez más.

By: Kiissy


Qué buen momento

Qué buen momento para ser una pieza más de la partida y salir del tablero. Qué buen momento para saltar, aunque sea demasiado hacia arriba. ...