15 años.
Unos más unos menos, son nuestros años conviviendo juntos
en este colegio.
Alumnos y profesores hemos crecido y aprendido no solo de
lo que nos examinamos en las aulas sino de lo que la vida nos pone a prueba día
a día.
Nos gustaría recordar algunas cosas que nos han marcado a
lo largo de nuestra infancia y adolescencia:
Ese método de tirarle piedras a algún chico o chica en
señal de amor, efectivo o no, era cuanto menos, curioso y entretenido. Por esas
chicas que cada día encontraban al hombrecito de su vida, quitaron las piedras
del patio de los pequeños, ese patio en el que se han llegado a celebrar
incluso bodas.
Pero bueno, son cosas de pequeños, como amenazar con
decirle lo que has hecho mal a los profes a pesar de que luego fueses un chivato
, o soñar lo que sería ir por fin al patio de los mayores.
Que buenos tiempos aquellos en los que íbamos a las
granja-escuelas y al volver nos pasábamos tardes enteras jugando en la placeta
mientras nuestras madres cotilleaban. O cómo olvidar el año en el que fuimos lo
suficientemente mayores como para salir solos en Magdalena e íbamos coordinados
con las famosas sudaderas.
También hubieron momentos traumáticos como cuando se
extendió el rumor de que los Reyes Magos eran los padres, pero queridos niños y
niñas de la sala, tranquilos, porque resultó ser mentira.
O cuando creíamos en María la paralítica, ¿Acaso alguien
se atrevió a decir su nombre 10 veces solo y en la oscuridad? No os hagáis los
valientes, sabemos que no, igual que tampoco podíamos evitar temblar de miedo
ante el pasillo del terror al lado de la sala de psicomotricidad.
Y como olvidar ese sentimiento al tener una notificación
para casa en la agenda... Casi tan indescriptible como llamar "mami"
a la seño.
Año tras año fuimos creciendo y nuestras aspiraciones
cambiaron y se fijaron en llegar a sentarnos en las gradas del polideportivo en
la misa de Santa Joaquina, en ser los primeros en la cola del Sampimar que para
algunos era como una segunda casa y ganar los partidos de fútbol contra las
chicas del A en los patios.
Todos esos momentos en los que pasamos de llevar carro a
mochila en espalda, de usar lápiz a lucir boli y en los que cambiamos de
pasillo y piso han quedado atrás y ahora nos queda su dulce recuerdo y el
interrogante de dónde irá nuestra orla porque ¡no queda pasillo para una más!
Queremos dar las gracias a los esfuerzos de los maestros,
que nos enseñaron a:
-Esperar en la fila y a callar con ese "EO EO-
OEE" de Alex en Educación física,
-A tener modales con las palabras mágicas "por favor
y gracias" y a saludar con toda la energía del mundo tal y como nos enseña
Asun con su mítico "Buenos días" el que te deja bien despierto para
el resto del día.
- Sentir respeto y verdadero terror al "Efecto
Ucedo" pues el suelo y las paredes temblaban al compás de nuestros
corazones cuando Jose se acercaba al aula y no estábamos sentados en nuestro
sitio.
- Ser efectivos cuando Antonio nos mostraba que más de 30
exámenes podían ser corregidos en una hora y salía triunfante con su famoso
mazo del aula de tecnología.
- Portarnos bien pues Salva se iba de los exámenes pero
nos hacía saber que no nos dejaba solos diciendo "Dios os vigila"
-Y a motivarnos, pero motivarnos de verdad cuando Javi
nos llamaba hortalizas, nos decía que nos movíamos menos que Epi y Blas en una
cama de velcro y nos aseguraba que su abuela corría más que nosotros.
Entre otras cosas pero dejando aparte las anécdotas que
tanto nos han marcado, gracias de verdad por hacernos personas y enseñarnos lo
que realmente es prosperar, aprender y respetar junto con muchas otras cosas
básicas e imprescindibles para la vida.
En definitiva, por muchas cosas que estén por venir este
colegio y todos los que hemos formado parte de él tendremos un hueco en
nuestros corazones para llevarlo a dónde sea que nos depare el futuro, hasta
siempre.
By: Kiissy