Yo me siento sucia de hablar de enfermedad por estar ahora sana y capaz de encontrar mi libertad.
Pero que nada se olvide, que las heridas germinen porque el olvido no las cura, solo las hace inútiles.
He pasado por un año de infierno y soledad, me quedan unos cuantos más, eso lo sé, pero el cuándo lo decidirá el azar.
Haré todo lo posible para no soltar tu mano, te prometí, mi rosa, que siempre estaré a tu lado.
Las espinas que me clavaste forman ahora mi alianza y son mi escudo frente al que me dice "por ahí no vayas".
Que les den por la espalda y que así sepan qué es caer sin darte cuenta de que el verdugo ha sido tu propio pie.
Madurez, eso les falta, cuando hablan por la boca sin un filtro en la cabeza, el humo que se queda es tan denso que hasta respirar les cuesta.
Y mira si se ahogan que en su vida no encuentran respiro y van a buscarlo en la de las otras personas. Por eso meten sus narices donde no les importa, no quieren molestarte, es pura supervivencia.