domingo, 22 de abril de 2012

Dulce miel

Eres una miel tan dulce... Que, aún roto a trozos de los golpes de la vida y prendido en llamas de furia e impotencia seguiría abrazada a ti, por más que el fuego me abrasase la piel, mis brazos determinantes se cernirían sobre ti, sosteniéndote, calmando el dolor y la soledad.

Porque a cambio de eso vienes cada noche a curar las últimas heridas en mi regazo, bañándome en las caricias que tanto necesito y agradeciéndome, solos tu y yo, el no seguir la corriente.

Así una vez extinguido el dolor y tu cuerpo recompuesto podré demostrarte que es lo que realmente importa de una relación, no es la edad ni la estatura, un niño puede enseñar cosas hasta a el adulto más sabio y un adulto le puede brindar su experiencia, más allá del que dirán, de las apariencias y demás porque todos merecemos más de una oportunidad como ángeles caídos deseosos de volver al reino de luz... Por un error no se debería pagar toda la existencia.

Me tienta conocer y me aterra conocerte tu sientes lo mismo y nos sorprenderemos ambos al final del camino, pero lo haré, lo haremos y juntos como siempre, superaremos los obstáculos que esto conlleve.



Porque es bonito caminar y aprender a la vez pero es mejor hacerlo de la mano de quien ya sabe. 


Kiissy

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