sábado, 21 de enero de 2012

Monstruos de la noche (I)

Hacía tanto frío que todo mi cuerpo se estremeció al entrar en contacto con el agua.
Seguía escuchando los rugidos provinientes de la sala contigua al cuarto de baño, mi habitación.
Extraños rumores se abrieron paso en la noche y gotas de sudor acariciaban mi piel a pesar de la temperatura y de estar prácticamente entera sumergida en el agua.

Siempre atraída pero asustada por ese sonido, por el olor que se esparcía por toda la casa incitando a cualquiera a entrar en la boca del lobo, hacia la habitación. A pesar de que la puerta estaba cerrada por fuera llegó el momento en el que la bestia salió y lo vi todo, el vaho que desprendía con cada exhalación, podía apreciar su silueta medio encorvada y peluda, el agua se agitaba con solo mis fuertes pulsaciones y dos ojos morados me miraban desde la oscuridad del pasillo tras la puerta entornada.

Mis nudillos estaban blancos por la presión que ejercían mis manos al aferrarse al borde de la bañera como única respuesta a "eso".
Sentí mi pecho congelado y el aire no podía abrirse paso en mis pulmones, si movía un solo músculo todo mi ser sería atraído a la bestia y eso no lo podía permitir, aun me queda la suficiente cordura como para no hacerlo.
Cada noche más y más cerca de mi, esta vez alzó una de sus extremidades y la cerró entorno al marco de la puerta dejando ver unas garras estremecedoras, si tan solo me quedase una brizna de aire dentro de mi saldría en una exclamación ahogada y quien sabe lo que podría pasar...


1 comentario:

  1. me encantan tus entradas!! tienes mucho talento para escribir!
    sigue asi :)

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