Tenemos que abrir nuevas puertas hacia los colores que llenan la vida, hacia los caminos que recorro para sentirme viva, esos que he andado sola, todos los que me quedan seguirán siendo solitarios de una sola vía pero no de un solo sentido.
En la vida tenemos el derecho de derrumbarnos y sentir la adrenalina de tumbarse a esperar a que pase el tren y acabe con mi vida, tengo el derecho a bajarme en la parada equivocada tantas veces como queramos, algunas por despiste, otras por el placer de perdernos. Tenemos el derecho de volver hacia atrás de girar la cabeza y sentir ese dolor sin sentido, sin abrigo que arropa con la piel desnuda el fantasma de una felicidad multiplicada por los años.
El hecho de que se castiguen los errores que tomamos en el camino es una seña de que todo lo que nosotros sentimos, todo aquello que nos ha hecho mejores o peores personas, en definitiva que nos ha convertido en lo que somos ahora va a ser objeto de tortura por lo que queda de vida.
Desde la mayoría de edad los números en las cuentas marcan un tic tac más veraz que el tiempo, los meses no son nada si los comparas con una mala semana en el trabajo y nada, absolutamente nada parece que tenga la fuerza suficiente como para hacerte cambiar el rumbo hacerte sentir mejor persona, más humano, más tú.
Hay que explorar lo que esconde tu mente, llorar al miedo de tu propio silencio interno, gritar de una impotencia causada por la complejidad del mundo en el que vivimos, no creo que nada ni nadie sea lo suficientemente consciente de lo que es la verdad, la realidad, la esencia de la vida como para decirte como debes sentirte, como debes actuar.
Ninguna pastilla recetada por el médico o ningún bote de helado será lo suficientemente bueno si tu no te convences a ti mismo de que todo va bien sin ser perfecto, de que la vida solo son días que pasan y no se mide por exámenes, tratamientos, clases, ordenes de tu jefe, llantos o facturas que pagar.
La vida es respirar el aire de este mundo y sentir como tus acciones hacen brillar la luz que llevas dentro, tan especial y necesaria, tan eterna.
By: kiissy