Descendió sus manos por mi espalda, dibujó la sonrisa de su mirada, me calcó en el corazón un "Para siempre" susurrado con amor.
Luego estiró de mi pelo, me agarró sin miedo, miró al techo y gritó de celos.
Bajó la cabeza, juntamos las frentes, decente caballero tranquilizó mi cintura con caricias y sus besos colmaron mi alma.
Pero de pronto otra vez, sus uñas se clavaron en mi vientre, el agridulce de mis sentidos se deslizó hasta el olvido, caí sola, una vez más en el abismo de tus palabras, que me torturan anhelando que vuelva el hombre que me tiene aprecio.
By: kiissy
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