viernes, 31 de enero de 2020

¿Desconfias de mí?

Le pregunté eso y el silencio respondió.

No podía juzgar su respuesta. Yo también desconfiaba.

-Hazme reír- le pedí entre lágrimas y volvió a responderme un silencio que agrandó y alargó mis sollozos. 

Quise recordarle lo de que si alguien llora es porque ha sido fuerte durante demasiado tiempo, pero antes de que me diera tiempo, me remató con un: "Es que eres demasiado infantil todavía y no sé si aguantarás".

Infantil no, fuerte.- pensé, pero infantil era responder a alguien que está sordo en su visión, así que lo dejé pasar.




La humanidad es débil. Somos débiles y eso nos hace increíblemente peligrosos. 

No nos callamos los secretos, no sabemos pasar situaciones difíciles solos... Somos dependientes de un apoyo constante.

martes, 28 de enero de 2020

Perfecta imperfección, parte 23

Parte veintitrés por la edad, porque no sé cuántas entradas le he dedicado ya a este concepto y porque me estoy dando cuenta de que cada entrada ha supuesto un significado diferente en cada etapa de mi vida. Porque sí, en este blog hay cuentos de hadas y también trozos de mi vida en intentos de poesía.

El mundo es perfectamente imperfecto, la naturaleza no se equivoca porque no está atada a una moral, es letal, devastadora, preciosa y milagrosa al mismo tiempo. Regenera cuerpos, crea ciclos de vida infinitos, genera abundancia y toda causa tiene su efecto y propósito u origen. 

En definitiva que tú no estarías aquí si no fueras tan perfecto como la naturaleza lo es por definición.

Sí, tú, incluso con tu depresión, bipolaridad, TOC, cáncer, ELA, virus, bacteria, hongo, deformidad... Eres, tal y como ya cité aquí hace casi 10 años, fuking perfect como dice P!NK.

El sufrimiento y el caos también es materia en un orden perfecto que simplemente nuestra mente no logra entender, con su causa y consecuencia.

Solemos atribuirle nombres incorrectos a cosas que nos producen sentimientos negativos, como por ejemplo, la recientemente citada: "caos". Cito textualmente de la buena de la Wikipedia:


La palabra caos viene del griego χάος (khaos), palabra que en origen designa a un abismo oscuro, pero que en las cosmogonías y la filosofía griega significa "masa de materia sin forma". En la mitología griega, Caos era un abismo desordenado y tenebroso que existía antes de la creación del mundo.



El origen del mundo, de todos nosotros, fue precedido por el caos. 

En cambio, hoy en día un atentado terrorista se puede llegar a denominar así: www.expansion.com › sociedad › 2017/12/11Un atentado terrorista fallido provoca el caos en Nueva York

O incluso la popular frase de "mi vida es un caos" que usamos con una connotación negativa, no tiene ni pies ni cabeza. Es una masa de materia, sí, pero con forma y energía que constantemente cambia de vibración y se transforma en una cosa u otra.

La vida es perfectamente imperfecta, porque viene del caos y porque no se cuestiona el bien del mal. El caos tiene una perfección que escapa a nuestra percepción. Con su muerte y transformación, con su dolor y alegría da paso a la creación.

Los seres humanos actuamos y creamos según la moral. Decidimos que una cosa es justa o injusta según nuestro código de acción social en lugar de fluir y ese es nuestro verdadero error.

Si el universo se planteara las cosas, no hubiera estallado.

Si el mundo entendiera de bien o mal no tendríamos lo que nosotros vemos como cosas malas, no existiría el sufrimiento.

Es más, si la moral fuera natural no la usaríamos tanto para limitar y juzgarnos... Porque un oso no juzga a la mantis religiosa cuando mata al padre de sus crías y los terremotos y tsunamis no limitan su fuerza ni territorio.

Entonces, ¿acabo de decir que nuestra perfección reside en el caos y la imperfección en la moral? Sí, creo que sí.










domingo, 19 de enero de 2020

Lluvia

Aunque puedas sentirla, verla y tocarla, no puedes describir la lluvia. Lo mismo pasa contigo. Y es que cada vez que llueve lo hace para todos por igual y tu siembras el caos más bonito para cualquiera que te mire.

Mi lluvia es tuya, y tú eres mi momento de manta y sofá, a ser posible con frío y... contigo.

Los días grises te llevan en una marea de lágrimas, porque igual que a la lluvia no le puedes quitar el frío yo no puedo avivar tu corazón congelado cuando tus pensamientos son tormenta. Y ojalá pudiera. Con más mantas, más besos, paseos y abrazos en medio del caos al que me someto para estar contigo y ese es mi regalo. 

Para qué quiero el verano si yo lo que quiero es que me lluevas siempre.


lunes, 13 de enero de 2020

Mi primer baile




Tú fuiste mi primer baile, fuiste la primera vez que me sorpendí a mí misma como una líder, disfrutando, pidiendo marcha y algo sinvergüenza. 

Tú mayor, cansado, pero con los ojos, tiempo y corazón solo para mí.

Gracias por esos minutos que hoy después de 20 años guardo en mi corazón.

Sé que en parte querías estar en el sofá, con los demás, acabándote la merienda, encenderte el puro y tomarte la pastilla, pero ahí estabas conmigo, desesperado por seguirme el ritmo.

Te cogí las manos sin miedo y con unos pocos nervios empecé a bailar y al ver que no funcionaba, te pedí que me enseñaras. Confieso que yo estaba tremendamente sorprendida de mi valentía y despojo, cosas que tú ya habías visto en mí, pero eso yo no lo sabía.

Juntos y de la mano me subiste los pies a los tuyos y sin parar bailamos hasta que la cinta de cassette acabó. Me di cuenta de lo grandes que eran tus pies y de cuánto me gustaba bailar. Gracias por enseñarme eso, aunque he de decir que no lograste enseñarme los pasos, sigo siendo un desastre con la coordinación.

También quiero decirte, aunque ya lo has visto desde ahí, que no he repetido esa experiencia nunca en mi vida, no así, desde luego, te echo de menos.

La vida te da lecciones de baile todos los días, aprendes a deslizarte por las horas y a dar vueltas hasta encontrar la solución a los problemas que te vienen, pero sin ninguna duda, mi mejor baile eres y siempre serás tú. Gracias abuelo, que bien bailaste la vida y que buen inicio de la mía me diste.

domingo, 12 de enero de 2020

Flecha

Hace unos años tuve un pequeño despertar de conciencia. Un primer atisbo de lo que yo realmente era y de cómo percibía el mundo.

Estaba hablando en clase con una compañera sobre una discusión que acababa de tener con unas amigas por un rumor. Un cotilleo acerca de mí que acabó siendo cierto. 

Un rumor sobre cosas de amores, temas del corazón que a ciertas edades despistan hasta al más bravucón. 

Ella no comprendía cómo podía estar yo tan afligida por un 'chismorreo': "¿Qué más te da que hablen, que sepan de tu vida?"

Mi comprensión no alcanzaba la magnitud de su pregunta. "Que qué más me da, dice" repetía yo ojiplática.

Yo, que tenía por mejor amiga a mi madre y mis amigas no sabían ni dónde me metía los fines de semana, estaba siendo expuesta con toda mi vulnerabilidad a una panda de carroñeros. Mi sentimiento de opresión me retorcía con tal magnitud por dentro que mi pecho y mis lágrimas querían ir a la par.

"No tienen derecho a hablar de mi"

"Sí lo tienen y además no es malo, te gusta alguien y punto".

No conseguía entender su idioma de carpe diem y ella lo sabía así que cogió mi mano y me dibujó una flecha en la parte interna de la muñeca.

"Mira, la punta de esta flecha es tu destino, el resto de la flecha es el camino, la dirección es la misma pero lo que vives ahora no tiene nada que ver con lo que señala tu destino, sigue la flecha". Yo ya no sabía si esa chica hablaba chino o ruso y yo acababa de enterarme o si mi inteligencia brillaba por su ausencia. La cuestión es que inmediatamente después, abrió su agenda y me mostró una pagina llena de dibujos de flechas. "¿Ves?, yo las uso si estoy triste para recordarme a dónde voy". 

Y se fue.

Se levantó de la silla y se fue al baño antes de la siguiente clase. Luego se fue a su casa. Tras el colegio e instituto se marchó al extranjero a estudiar la misma carrera que yo. Ahora no sé que hace, pero creo que ha vuelto a irse, a otro destino, con otros momentos.. Aún así creo que sigue mirando la punta de su flecha y yo sigo recordando ese momento en el que mi mundo fue un rumor y a su lado todo era polvo que pronto un día el viento se llevaría.


Despertando

Para los celtas, el invierno es el inicio de todo. Para el resto de mortales también. Prácticamente todas las culturas del mundo, incluso aquellas que se guían por el calendario lunar, comienzan el año en esta estación. 

La leyenda celta cuenta que el día del solsticio de invierno, el sol vence a la oscuridad porque a partir de ese día, la noche comienza a alargar y el sol permanece unos instantes más tal y como avanzan las semanas. Así es como en el mes más frío para este trozo de universo, la vida empieza con el hielo y las chimeneas encendidas. 

Nos han enseñado que a la vida se juega con una mano, que el disfrute es en verano y que el resto es trabajo. Pero no es así. Las flores que en primavera lucen radiantes se celebran en diciembre. Cuando el frío congela tus manos y todo cuesta un poquito más, es cuando la vida comienza a germinar.

Por eso, si te está costando, si tienes frío por dentro, si te tiemblan los huesos y no te queda resuello... Tranquila, es que lo bueno está despertando.



jueves, 9 de enero de 2020

Sopla peque

Me dijiste que si duele, que sople, todos los días. 

Como si fuera una herida, que se vaya el ardor y me llene el alivio... 

Ayúdame a soplar, no te canses de mis heridas.


jueves, 2 de enero de 2020

Waiting you passed by

I was waiting for the Christmas to rejoin us. 

I was waiting for the stars to guide me. 

I was waiting for you to stay there,

 but it was unfair and my mind blew it away.



miércoles, 1 de enero de 2020

Japón

Aquí en 2020 es cuando he empezado a llorarte. 

Ya me conozco el proceso donde la puerta por donde se sale de tu vida cada vez es más grande, la voz más muda y todo, supuestamente, menos importante. 

Te necesito junto a mi para seguir creyendo en el amor. De qué te puedo culpar yo si solo soy un simple peón de una mente demasiado asustada. 

Lo que tengo es lo que soy y lo que quiero, en teoría, a dónde voy. 

Los problemas se hacen sumas y la resta somos tú y yo

Y con el estómago en un nudo te aviso de que el dicho de: "La vida son dos días" es una mentira. 

Yo llevo aquí ya unos cuantos días y joder, que lento va.


Nunca veremos juntos Japón.


Qué buen momento

Qué buen momento para ser una pieza más de la partida y salir del tablero. Qué buen momento para saltar, aunque sea demasiado hacia arriba. ...