domingo, 12 de enero de 2020

Flecha

Hace unos años tuve un pequeño despertar de conciencia. Un primer atisbo de lo que yo realmente era y de cómo percibía el mundo.

Estaba hablando en clase con una compañera sobre una discusión que acababa de tener con unas amigas por un rumor. Un cotilleo acerca de mí que acabó siendo cierto. 

Un rumor sobre cosas de amores, temas del corazón que a ciertas edades despistan hasta al más bravucón. 

Ella no comprendía cómo podía estar yo tan afligida por un 'chismorreo': "¿Qué más te da que hablen, que sepan de tu vida?"

Mi comprensión no alcanzaba la magnitud de su pregunta. "Que qué más me da, dice" repetía yo ojiplática.

Yo, que tenía por mejor amiga a mi madre y mis amigas no sabían ni dónde me metía los fines de semana, estaba siendo expuesta con toda mi vulnerabilidad a una panda de carroñeros. Mi sentimiento de opresión me retorcía con tal magnitud por dentro que mi pecho y mis lágrimas querían ir a la par.

"No tienen derecho a hablar de mi"

"Sí lo tienen y además no es malo, te gusta alguien y punto".

No conseguía entender su idioma de carpe diem y ella lo sabía así que cogió mi mano y me dibujó una flecha en la parte interna de la muñeca.

"Mira, la punta de esta flecha es tu destino, el resto de la flecha es el camino, la dirección es la misma pero lo que vives ahora no tiene nada que ver con lo que señala tu destino, sigue la flecha". Yo ya no sabía si esa chica hablaba chino o ruso y yo acababa de enterarme o si mi inteligencia brillaba por su ausencia. La cuestión es que inmediatamente después, abrió su agenda y me mostró una pagina llena de dibujos de flechas. "¿Ves?, yo las uso si estoy triste para recordarme a dónde voy". 

Y se fue.

Se levantó de la silla y se fue al baño antes de la siguiente clase. Luego se fue a su casa. Tras el colegio e instituto se marchó al extranjero a estudiar la misma carrera que yo. Ahora no sé que hace, pero creo que ha vuelto a irse, a otro destino, con otros momentos.. Aún así creo que sigue mirando la punta de su flecha y yo sigo recordando ese momento en el que mi mundo fue un rumor y a su lado todo era polvo que pronto un día el viento se llevaría.


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Qué buen momento

Qué buen momento para ser una pieza más de la partida y salir del tablero. Qué buen momento para saltar, aunque sea demasiado hacia arriba. ...