Nunca me olvidaré de esos versos que cantaba mientras el mundo pasaba por la ventanilla trasera del coche a la que recientemente había alcanzado por altura y me maravillaba soñando despierta mi propio cuento de hadas.
Era mío y solo mío, no tenía a nadie que me dijese rotundamente SI o NO, ahora por el contrario si me equivoco en algo, con tan solo dar un paso en falso puedo caer muy duramente. Me explicaré mejro:
Tal y como avanzas en la vida por la montaña que subes tienes mejores vistas, te haces más fuerte pero si caes, puedes matarte. Ese es el cuento que te empiezan a vender con las primeras responsabilidades, cuando acercándonos a orilla de la ventana ya no vemos dragones acompañándonos a toda velocidad, sino mil lugares en los que preferirías estar en vez de dónde estás.
Te crees que estás viviendo, crees que tus padres dictan lo que tienes que hacer es el cuento que te depara el futuro, con tus arrebatos de hormonas y disconformidad lo aceptas y te das cuenta de que en verdad estás bien, pero cuando decides dar un pasito hacia afuera de esas líneas que hacen el cuento de lo que se debe hacer y lo que es mejor para ti, es cuando muerdes la manzana de Blancanieves, es cuando te pinchas con la rueca de la Bella Durmiente, es cuando pierdes los zapatos como Cenicienta...
Y a partir de ahí viene el príncipe y no se vuelve a saber de ellas, se supone que viven por ahí felices, en el palacio con su marido perfecto... ¿Qué cojones? ¿Qué pasa con ellas? Quiero saberlo, todos queremos saberlo, ¿Qué es lo que realmente hacen? Porque igual están en su casa poniéndose cerdas a chocolate, sin dar palo al agua y maltratando al príncipe o al revés y aquí no sabe nadie nada.
Lo que realmente quiero decir es que hasta las princesas tienen varios cuentos en su vida, no solo puedes vivir uno y mucho menos si es uno que parece estar ya escrito, nunca sabes si la siguiente página va a estar en blanco de repente y te las vas a tener que apañar, o si vas a derramar el café encima del siguiente capítulo y aunque puedas leer más te da repelús y te imaginas el capítulo como te da la gana sin importante si va a coincidir con el siguiente o no.
Eso es, aprende a salirte de la línea y a asumir lo que eso conlleva, no te diré que seas una princesa o un príncipe pero haz el favor de aspirar a reina y autora de tu propio cuento de hadas el cual harás increíble si sigues a tu corazón. No dudes.
By :Kiissy
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