Dicen que a veces hay que descender como cien veces antes de subir de nuevo a la cima y verlo todo claro, así pasa con los días y las etapas de la vida que caen sin parar como lluvia de abril hasta que de repente uno de esos días que parecen estar perdidos precipitados al vacío se para en seco y te mira a los ojos.
La respuesta que les des es la que lo cambiará todo, la que hará que los minutos y las horas se aceleren o vayan tan lentas que no acaben nunca. Es una apuesta en el navío de David Jones, a todo o nada y has de pasar por el sentimiento de desterrar todas las etiquetas para volverte a poner la única que realmente eres, la de ti mismo.
El único consejo que te puedo dar es que no quieras saber que pasa si apartas la mirada, simplemente ten el valor de no temer las consecuencias de no quitarla.
By: Kiissy
domingo, 26 de abril de 2015
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