Me deprimí con los amaneceres que carecían de rutina.
Me aferré a una llama de dinamita con pétalos y espinas. Me dejaba respirar mientras me lapidaba.
Me ahogué llorando por los males que traía mientras seguía demonizando aquella monotonía.
Podía volver a ella, solo tenía que romperla a ella, pero llevaba tanto dolor, que nada podía hacerme bien.
Seguí aguantando y me seduje por orgullo, siempre me decía "aguanta, no seas cobarde, no hagas daño".
Pero yo quería ponerme triste, quería dejar toda esa locura y quería mi monotonía ahora que había aprendido a vivirla. Quería que doliera una última vez para poder sanar del todo.
"Ponte a salvo, estás a tiempo", pero no sabía qué es lo que quería, ni tenía una meta fija.
Las cosas me daban vueltas y con las vueltas me mareaba así que volvía a aferrarme una y otra vez a mi llama de dinamita, la de pétalos y espinas.
Cada vez quemaba y dolía menos y eso me hacía seguir aguantando pero el futuro se veía negro y el presente, con monotonía y depresión.
¿Qué hacer cuando puedo volver a lo de antes y ser aparentemente más feliz?
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