Me da miedo darte poder, me da miedo reconocer la fuerza que ejerces sobre mi. Miedo por no haber visto antes tu alma corrupta, escondida tras los jirones de tu camisa.
Por este temor que irrumpe en mis pensamientos, no te contaré mis secretos ni mis más sinceros sentimientos, por eso sonreiré y fingiré que todo está bien, porque cuando de verdad merezcas y tengas el control no habrán palabras suficientes como para contártelo, tan siquiera sería un simple esbozo de la realidad.
Sigamos riendo y pasándolo bien, tu sigue mirándome de vez en cuando como si estuviese loca, o enfádate porque no me entiendes...
Eso hace que reafirme que, a este paso nunca llegarás a conocerme y si tu tan solo supieses de ese mínimo control que en realidad tienes podrías llegar a amargarme y déjame decirte que no eres quien como para permitirte ese lujo.
Mi mundo es mi mundo dentro de esa implacable burbuja mágica que protejo desde mi fuerte con lanzas y espadas, nadie hará que me quede fuera de ella más que un rato en el que necesite tomar contacto con la realidad, y una vez escarmentada volveré dentro para empezar de cero a volar.
sábado, 26 de noviembre de 2011
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