miércoles, 23 de enero de 2019

Libertad

“libertas”, “libertātis”

La libertad no tiene nombre.

Tiene colores y sabor.

La libertad sabe a enfrentamiento. Sabe a sueños y a desayuno.

Sus colores son el de los ojos de quien te acompaña a serlo y sus tonos y matices tan infinitos como las versiones de la verdad. 

Libertad es el roce con el rocío de madrugada y que no de frío. 

Es rociar de miedo un mar de pesadillas para decidir quedarse en la orilla o atravesarlo a braza o araversarlo a poemas.

Libertad que acaba donde empieza la de otro no se llama libertad. Se llama mala educación, intolerancia, imprudencia...
Pero no libertad. 

Porque la libertad ni acaba ni ofende.

La libertad duele. A uno mismo. 

La libertad es un proceso de tormenta que precede a tempestades.

Es un proceso que te augura los peores planes pero te da todos los materiales para intentar que funcionen.

Libertad es rendirse y ganar con ello.

Libertad es luchar y perderlo todo, con una sonrisa sincera dentro.

Libertad es esa estatua tan icónica.

Es mirarte y no tenerme miedo.

Es que me pregunten y responder directo.

Es quedarme sola y sentir que puedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja un comentario y haz más amena esta hora del té :) GRACIAS

Enseñar y aprender

Enseñar y aprender. Nunca imaginé que irían tan de la mano, que serían tan recíprocos. Cuando fui alumna nunca imaginé estar enseñando a mis...