viernes, 14 de octubre de 2011

Corazones



Papelitos, unos tras otros caían desde la ventana de Siena. Escribía, tachaba, arrugaba y los tiraba una y otra vez. Sin saber como dar las gracias, como decir te quiero, como sonreír sin miedo. Sacó el último papelito del cajón y al ir a escribirlo de nuevo, dibujo un enorme corazón de un solo trazo, lo pintó de rojo y repasó los bordes de negro. Esta vez, contenta, lo rompió en mil pedacitos y se los llevó el viento. Como una promesa de no volverlo a dejar pasar, promesa de no volver a sentirse mal...


A la mañana siguiente nos encontramos por la calle y me dedicó la sonrisa más bonita que no veía en años, me miró con ojos cristalinos y transparentes cuyo fondo parecían piedrecitas de colores y me saludó como si fuese la primera vez que me ve, con ilusión contagiosa. 


No sé si lo estaré exagerando pero aquella mañana me enamoré, no solo de su belleza, también de su poder. De las ganas de  cambiar, y no parar. De su coraje por luchar y ganar, aunque sea perdiendo...


Por alguna razón llegué a casa y dibujé un corazón como el suyo, le dedique un buen rato, pues lo quería perfecto, lo doblé en partes pequeñitas y lo lancé dentro de su ventana.


Quería devolverle el amor que me dio, a mi y a todos, aunque cueste, aunque muchas cosas vallan mal... No por eso tenemos permitido no llorar sino de felicidad.


Es importante no caer en la trampa, pero más aun lo es, el saber salir de ella. Necesitamos ese amor, pero no depender de el, necesitamos saber que nos conviene y pelear hasta conseguirlo, que nadie nos prive de nuestro derecho pero nuestra libertad acaba donde empieza la tuya... (L)



By: Kiissy <3

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