sábado, 8 de diciembre de 2018

Destrucción

Eres el culmen de una destrucción organizada. Como la Mascletà en Fallas. Como quien se encarga de demoler un edificio con un poco de pólvora y un puñado de explosivos.

Me dices que no tenga miedo de destruir lo construido, me llamo cobarde por no querer hacerlo. Pero me he dado cuenta de algo. No sé si es lo correcto. Pero algo es. 

Me he percatado de que durante 7 años he estado construyendo a base de mucho dolor, incomprensión, sin salida, sin muros, sin alas pero a kilómetros de altura y no sabía que cuando me caía yo estaba sintiendo día a día que me hacía pequeña, que me perdía. Mi mayor apoyo manchó mi mayor ilusión. Mi sueño de niña se cayó con mucho dolor. 

Me castigué por cosas que nunca llegué a entender, me derrumbé noche tras noche con una angustia que no supe manejar. Música alta, bailes en el cuarto de baño, muchísimas noches mirando el cielo.

Te echo de menos, me echo de menos. A lo mejor eres el culmen de todo lo que he estado construyendo en base al dolor y partiendo de no muy lejos, pero tampoco cerca, un desconsuelo de no ver todo lo bueno que tenía y tengo. Puedo recuperarlo, no he perdido nada, solo a mi misma, mi vida y mi esencia. 

No sé que hago ni a dónde miro cuando escribo pero siento que esto, tú, me da lo que necesito. Gracias otro día más. Te quiero mi vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja un comentario y haz más amena esta hora del té :) GRACIAS

Enseñar y aprender

Enseñar y aprender. Nunca imaginé que irían tan de la mano, que serían tan recíprocos. Cuando fui alumna nunca imaginé estar enseñando a mis...