lunes, 30 de diciembre de 2019

60

Múltiplo de cero y sucesor, por dos, del cuatro, el número de este 2020 que ya acecha el próximo anochecer. Como ves, siempre hay un camino para que todo encuentre su sitio. Todo encaja.

Las brujas acaban de celebrar el Yule y esperan el camino de la luna y el progreso del Sol.

Como ellas, yo cierro ciclos y me lanzo a mi propio pantano que siempre ha sido escribir sin sentido en este encuentro. 

Me doy cuenta de mis errores y malas decisiones. Me distraigo con las risas de mi lado porque es lo único que me levanta el ánimo. 

Me acuesto sobre los días que van pasando y su mirada de ánimo desenfunda el marco de plata en el que yace la fotografía de lo que fui algún día.

Hasta que no lo soporto más y me recuesto en el tronco de un árbol dónde cuento de dos en dos hasta llegar al 60 y así me despierto y encuentro el próximo año. Lleno de saltos, que se confunden entre los múltiplos de 5 y no encuentro el paso que va a mi par... 

Me derrumbo, pero tengo el tronco que me aguanta, la casa que me guarda, el perro que me ladra y la madre que me parió para darme la mano y decirme: "Con lo que te he dado haz lo que quieras, busca tu futuro, yo siempre estaré aquí".



No pasa nada, no será tan malo, ahora puedo ver la belleza aquí, hasta en mi mano.

domingo, 29 de diciembre de 2019

Lo que he leído hoy

Cariño, mira, te escribo lo que he leído hoy

Era un artículo científico cuya temática es el amor. Ahí dice que solo cuentas con 4 minutos para impresionar a la persona que te atrae. No sé si será verdad pero tú, desde la primera frase que escuché con tu voz, me tenías atrapada.

Ponía que estar enamorado tiene efectos neurológicos similares a los de la cocaína, y yo, que nunca he consumido, imagínate lo que sentía. 

Justificaban el mito de que “los opuestos se atraen” y yo no he encontrado nunca a alguien tan para mí y tan como yo en la vida.

Piensan que enamorarse es un instinto primitivo, pero yo creo lo que sentimos al abrazarnos creo que es incluso más animal.

Con esto te reirás, ya veras "Hay más posibilidades de enamorarse de una persona cercana". De tu vecino o compañero de trabajo puedes enamorarte más fácilmente,  por la cercanía, dicen. Ay, si ellos supieran cuan dentro te tengo todos los días sin llegar a rozarte

y adivina esta ¿Cuántas veces nos enamoramos? 7, dicen que si no te enamoras 7 veces no estás preparada para una relación definitiva. Contigo, que siento como nunca antes había sentido, me basta y me sobra para mil vidas. 

Afirman que ver la foto de la persona que amas tiene efecto analgésico, ahora lo entiendo todo.

Escuchar música romántica predispone para el amor... y yo con los conciertos en el baño te pienso y te recojo poco a poco, cada vez más tuya.

En general los hombres son más de abrazos y las mujeres de besos... Porque no saben lo que me hacen sentir tus brazos rodeándome cada primera vez que te veo, en la cama o el sofá, eres el refugio de mi tempestad.

 La genética también juega en el amor, eso dicen, será por lo de aquella vida pasada, mamá.



Que te calles

Me dices que no sé querer porque amo lo que tú rechazas.

Me dices que no sé valorar lo que tengo cuando me enfado porque desprecias lo que siento mío y lo que tengo.

Me dices que trabaje por un futuro cuando el futuro en si es trabajar, y eso si hay suerte.

Me tengo que aclarar con 18 años pero aquí seguimos sin gobierno y votar votar y votar, gastando tiempo.

Me dices que ahorre y tú pagas para que te roben.

Te digo que veo cada noche a mis demonios atormentándome y tú te preocupas porque los veo en lugar de por qué. Dame más pastillas que seguro que eso lo arregla.

Caemos sin querer y a patadas entre un montón de gente que camina inmersa en su pantalla. Que no use tanto el móvil que estoy siempre en otro mundo, pero tú estás todo el día llamando.

Me dices que no sé querer ni valorar lo que tengo porque quiero y aprecio a alguien con mi mismo género

Me dices que trabaje por un futuro cuando el futuro en si es trabajar con suerte

Me tengo que aclarar con 18 años pero aquí seguimos sin gobierno y votar votar y votar

Me dices que ahorre y tú pagas para que te roben

Soy testigo de mi condena en el infierno y tú te preocupas por si veo a los demonios y me das pastillas para no verlos en lugar de hacer que se vayan

Caemos sin querer y a patadas entre un montón de gente que camina inmersa en su pantalla.

Que no use tanto el móvil que estoy siempre en otro mundo, pero tú estás todo el día llamando y con las noticias, cagándote en todo.

Que hoy en día ya no tenemos respeto pero luego te oigo gritar a la tele “puto inmigrante que viene a quitarme el trabajo”.

Pides que sea consecuente con mis decisiones y que mi experiencia sirva para ayudar a otros

Pero si me quedo embarazada muy joven “aborta rápido y que nadie se entere no lo digas no te expreses no lo cuentes”

Me dices que madure, yo te digo que te calles.




viernes, 27 de diciembre de 2019

Que todo pasa

Bruja pagana o santa cristiana,
 todo pasa 
quien todo lo canta, su mal espanta 
o eso dicen los que creen 
en las verdades que importan, 
esas que se buscan
en el alma.


Antes de salir

Ella se colocó el pelo en una coleta mal hecha y suspiró calentando sus manos frías con el aliento. Sentada al borde de la cama miraba las puertas de su armario siempre mal cerrado. 

-Hoy me han dicho que tengo que salir más de casa, relacionarme con gente.- Murmuró.

Ese pensamiento retumbaba en su mente una y otra vez. Ella ya estaba con gente, todo el día de hecho. Para eso servía internet, para no estar nunca solo.

-Debería hacer esas cosas que hace la gente normal a mi edad.- Continuó rumiando.

Hoy se había enfrentado a una realidad que llevaba tiempo sin querer ver, había despedido a una persona de su vida para siempre y una de sus mejores amigas estaba siendo un verdadero estorbo. El vacío en el pecho que esperaba tener a la noche estaba augurado por un estómago hecho piedra. 

Encima su pareja le había dicho que tiene mal carácter.

Sentada aún en la cama intentaba traer a la mente buenos recuerdos, de esos que sabe que guarda en el fondo de su mente, mientras se hace al ánimo de salir esa noche. Pero ese día ni el monte Erlaitz fue capaz de disipar el nudo de su garganta.

En ese escrutinio de su memoria recordó entre otras cosas las palabras de un viejo amigo escritor que decían así "si alguna vez escribes, nunca lo hagas sobre ti misma y nunca victimices al personaje no suelen caer bien". 

Esbozó una sonrisa triste y antes de salir, escribió.



viernes, 13 de diciembre de 2019

Cosas que duele encontrar

Planes de futuro con la persona con quien compartías el mundo.

Fotos de gente que ya no puede reflejarse en ningún objetivo.

Regalos hechos a mano de quienes que ya no quieren darte nada.

Cartas perdidas que prometían un futuro envío.

Libros dedicados a la persona incorrecta.

Un error en la memoria.

Una falta de ortografía.

El anillo.

Una agenda que nunca usaste.

Un texto de amor que llega tarde a la persona, pero directo al corazón.


Te lo prometo

Me encontré a mi misma. Pequeña, feliz y con ganas de ayudarse a sí misma en un futuro. Una versión de mí mucho más pequeña de lo que realmente llegué a ser, dejando anotaciones en páginas perdidas de libretas pequeñas. 

En ellas recogía toda la imaginación que mi inspiración me permitía. 

Ahora cada vez que abro una vieja libreta procuro mirar bien y a veces acabo por encontrarme con mi propia voz en forma de un verso que escribí en el instituto. 

Tan lleno de ilusión por escribir un libro... En él se nota esperanza de que algún día esas palabras estarían entre la encuadernación de una maravillosa novela. 

Así es como reacciono, cuando encuentro una de esas páginas en las que me dejé la tinta y las ganas, tiempo atrás. 

Me prometo a mi yo pequeña que las voy a publicar. 

Recojo todas las frases que soy capaz, los escenarios y las historias que dejé listas para disfrutar y le doy la forma que algún día llegarán a tomar.

Te lo prometo, que vamos a brillar.






sábado, 7 de diciembre de 2019

La razón al corazón

Eclipsé un sueño por verte sonreír, ahora vas a comer todo lo que tuve que tragar para poder seguir.

La víctima en el cementerio es el que paga el nicho, igual que yo fui mi propia víctima entre decisiones que me obligué a tomar.

Afirmas que la incertidumbre es parte de la vida es como decir que el autor no sabe el final de su libro y eso es blasfemia de primero de narrativa.

En una mutilación, el miembro no pierde al cuerpo, es al revés. Mi cabeza se fue hace tiempo y el corazón sufrió el no haberla seguido, pero en ninguna buena historia ha seguido la razón al corazón. 

Porque las buenas historias hacen llorar y la mía va a ser de las mejores que hayas leído en tu vida.

Vivimos a base de proyecciones de nosotros mismos y rechazamos al mundo por lo que vemos de nosotros mismos. 

¿Es necesario perder para ganar? ¿Estás segura? Entrena más. 

El sacrificio para la victoria es igual a la culpa por la fe.



lunes, 2 de diciembre de 2019

Mi rosa II

Estaba todo nevado porque en mis sueños siempre salen los prados blancos, los mares turquesa y el cielo anaranjado. 

En medio de ese páramo, me encuentra un tormento, un pensamiento en negro, que no sabe distinguir lo bueno y malo. 

Una nube se sube al tejado de la pequeña casa al lado del lago, esa que, en mis sueños, es de madera y acogedora. Yo espero a que la nube truene y me libere, como siempre que llueve, porque me relaja pero la nube hace temblar el prado, mar y cielo con un trueno ronco y desgarbado, de los que contienen fuego dentro y entonces es cuando dentro de ese sueño despierto.

Despierto porque recuerdo lo que te asustan los truenos y el viento fuerte, y aunque a mi me encante, me aprieta el pecho si te pienso triste y asustada en cualquier sitio en el que mis brazos no te encuentren para darte abrigo.  

Y me asusto más, de pensar que otros brazos te tengan, de que otros cielos con menos truenos te cubran y de que sonrías en otro cálido hogar... Como si mis cielos naranjas, mi casa del lago y los prados nevados con mares turquesa no fueran suficientemente ficticios para superar la realidad que nos envuelve.

En ese despertar dentro de mi sueño, que siempre tiene el cielo anaranjado, los mares turquesa, el prado blanco y en medio, la casa de madera... Me levanto de un salto y echo a correr, porque no soporto ese pensamiento negro, de que tus miedos hayan hablado y yo nos les haya acallado.

Sin dejar de correr dejo de ver a mi alrededor los paisajes, me emborronan la vista las nubes que antes me liberaban y empiezo a correr buscando la única salida que se me ocurre, la única que conoce mi corazón, buscándote a ti. 

Con un aliento más te encuentro, te encuentro y estás deslumbrante, porque el rojo y naranja siempre han congeniado bien, porque esas plumas indias que tanto te gustan quedan perfectas en mi casa de madera y los leones juegan ilusionados porque nunca antes han visto la nieve. 

Respiro aliviada y tú me preguntas, ¿Qué te pasa, por qué estás tan asustada? Ni siquiera has escuchado el trueno, no estás asustada, estás tranquila esperándome con alguna mariposa en tus pétalos.

Espanto a las mariposas, porque es mi sueño y me pongo celosa de que te rocen. ¿Qué pasa si te gustan? yo no tengo alas, sería un problema que te gustara una de ellas.

-Pues el trueno, he oído un trueno y pensé que estarías asustada, que querrías irte de mi sueño.

-Yo no me voy, tendrás que echarme como a esas mariposas.

-¿Echarte? 

-Sí, para disfrutar de los truenos que tanto te gustan.

Me senté en silencio a tu lado, aun controlando mi respiración agitada y te conté en silencio que no quería otra cosa que ese cielo naranja, esos prados blancos y esos mares turquesa a tu lado.

Eres un pequeño regalo, un contraste que resuena en el negro de mis miedos y la coraza de mis sueños. 

Eres la luz que me hizo escribirte hace un año, apenas sin conocerte, porque te sentía de toda la vida y eres la imagen de mis pesadillas por el miedo a perderte ahora.

365 días más tarde, más prieta, más cruda, más tierna, mi rosa, brillas y encajas en mis sueños, en mis metas, en mi presente y futuro, como si esa vida pasada nunca se hubiera acabado del todo. 

Te amo, feliz cumpleaños.






miércoles, 27 de noviembre de 2019

Mi verdad

Hoy he encontrado mi verdad.

Quiero viajar, pero viajar bien y una vez al año como mucho, que en casa se está muy bien.

Quiero estar bien con mis padres.

Quiero pasar las navidades sola con mi perro y mi pareja, pero también con mi madre, mi tío y mi prima.

Quiero poder quedarme embarazada, de forma natural, pero decidir en función de la vida que tenga si tener hijos o no.

Quiero descansar bien por la noche y despertarme tranquila.

Quiero relajarme pero también estrés del bueno, del que acelera el pulso y te hace sentir viva.

Quiero acostarme tarde cuando me apetezca y pasear de noche sin miedo... Pero como el mundo está muy loco, quiero un jardín enorme en el que perderme a la hora que quiera.

Mi verdad a lo mejor se parece a la tuya, pero yo quiero ir siempre con mi rosa, con mi ángel, mi madre y mis hadas allá a donde vaya.

¿Y tu verdad?


lunes, 25 de noviembre de 2019

Ya fue

Pausé la vida por la monotonía, así que pausé la monotonía para poder vivirla.

Me deprimí con los amaneceres que carecían de rutina.

Me aferré a una llama de dinamita con pétalos y espinas. Me dejaba respirar mientras me lapidaba.

Me ahogué llorando por los males que traía mientras seguía demonizando aquella monotonía.

Podía volver a ella, solo tenía que romperla a ella, pero llevaba tanto dolor, que nada podía hacerme bien.

Seguí aguantando y me seduje por orgullo, siempre me decía "aguanta, no seas cobarde, no hagas daño".

Pero yo quería ponerme triste, quería dejar toda esa locura y quería mi monotonía ahora que había aprendido a vivirla. Quería que doliera una última vez para poder sanar del todo.

"Ponte a salvo, estás a tiempo", pero no sabía qué es lo que quería, ni tenía una meta fija.

Las cosas me daban vueltas y con las vueltas me mareaba así que volvía a aferrarme una y otra vez a mi llama de dinamita, la de pétalos y espinas. 

Cada vez quemaba y dolía menos y eso me hacía seguir aguantando pero el futuro se veía negro y el presente, con monotonía y depresión.

¿Qué hacer cuando puedo volver a lo de antes y ser aparentemente más feliz?



sábado, 23 de noviembre de 2019

El libro de religión

Mi libro de religión era muy fino y a todo color. Teníamos clase de religión los viernes, porque era una hora en la que quién no quería, no tenía por qué prestar atención. En otras palabras, era una clase en la que nadie se esforzaba, para cuando estabas cansado iba de lujo.

En uno de los temas, al inicio de curso, vi una tira de viñetas que me llamó mucho la atención. El profesor no pretendía leer esas páginas y siguió dando temario, pero yo me quedé ahí, absorta en esas viñetas a pie de página. 

En ellas se veía como una mujer iba pasando de etapa en etapa a lo largo de su vida. 

Primero se veía como, a trazo fino, una niña se disfrazaba fingiendo ser una princesa, en la siguiente se veía a una adolescente gótica, en otra seguía siendo la misma joven pero con aires de metalera, y en último lugar, en su adolescencia, hasta intentó ser hippie. 

Probó también a ser monja cuando empezó su edad adulta, tras dejar la universidad, pero se arrepintió y se hizo jardinera, luego se casó y tuvo hijos... 

La finalidad era explicar que, a pesar de que la vida funciona a base de prueba y error, la gente cambia, pero no por ello deberían cambiar sus valores o moral. 

La protagonista de las viñetas nos quería enseñar que la religión siempre está con nosotros en cualquier etapa, pero yo lo llevé a mi terreno, a mis valores, a lo que quería para mi en el futuro...

Me quedé pensando emocionada, mientras notaba un magnífico cosquilleo por mi columna, qué es lo que sería de mi vida cuando saliera de esa rutina en el colegio.

Bueno, a día de hoy, esa tira sigue siendo uno de mis pilares para recordarme a mí misma, que todo cambia, todo pasa, todo se intenta y si todo falla, se intenta otra vez. Y sí, la fe sigue ahí, como le pasó a la de las viñetas, aunque no sea al catolicismo. 

Las clases de religión y en concreto, ese libro, me enseñaron más que un adoctrinamiento ideológico católico. Soy tolerante ante todas las religiones e ideologías que no atentan contra la libertad de un ser humano y aprendí cultura, algo que escasea mucho hoy en día.

No es el qué le dan a la persona, sino qué hace la persona con lo que le dan. 

Todo iría mejor si dejáramos de culpar a una asignatura del odio que nace en los medios de comunicación y en las casas.



miércoles, 20 de noviembre de 2019

A escondidas

Escribo a escondidas, con los gritos en el piso de abajo y con el eco en mi cabeza.

Escribo a escondidas y a solas, como todo lo que se escribe.

Escribo sin aire cálido y sin buena imagen.

Pero estoy escribiendo y eso es lo que importa. 

En esta franja de tiempo y entre cuatro paredes, sin color ni presión, escribo para no olvidarme de como se sienten mis pensamientos sobre las teclas. 

Son fríos y caen con todo su peso sobre el teclado. Así escribo. Así escribimos todos los que lo hacemos, independientemente de que sentimiento ocultemos. 

Todos nosotros escribimos a escondidas, a solas, con frío y sin buena imagen. Pero escribimos, que es lo que importa.



domingo, 17 de noviembre de 2019

Los inicios Capítulo 1

Corté por lo sano haciendo lo correcto aunque parecía que fuera lo más despiadado y liberador del mundo. Como todo acto consciente de rebeldía. 

Así acabó una historia y empezó la otra porque así es la vida, no te pregunta si quieres pasar pagina, te arranca los capítulos del corazón y de las lágrimas que lloras saca la tinta para escribir el siguiente. 

Los días se hicieron más indecisos y vacíos. Con una total carencia de sentido y aún retumbando los aires de libertarismo en mis espaldas como en un eco de venganza, caí en depresión. 

Fui a confiarle mis miedos a un profesor que vivía casi puerta con puerta de mi antigua casa, pero para guardar los formalismos protocolarios que me había pasado toda una vida admirando, le mandé un correo pidiendo una tutoría de consolación y él, como si fuera el teléfono de la esperanza me recibió con la puerta del despacho abierta y con un vasito de café sucio en la mesa. Era pronto hasta para él. 

Fue un buen intento de mejora, pero mi mente, que no había descansado ni dos minutos de rumiar lo que no debía desde hacía más de 3 meses, desahució la idea de recomponerse en cuanto se sentó frente a ese vasito de máquina vacío. 

No fue por falta de ganas sino de recursos. “Igual tú lo que necesitas es abrirte una floristería y hacer actos de caridad, porque eres muy humana, aunque solo he sido tu profe un año y no te conozco mucho”. A pesar de las trampas de mi mente me aferré a eso con uñas y dientes. La floristería y mi humanidad.

El agotamiento cambió el rumbo pero no de cama. Yo seguía hastiada y cada vez la vida me ponía más realidades en frente de las narices y mi cabeza los convertía en monstruos horribles e invencibles.

 La única solución era pasar de la rebeldía a la revolución. 

Así que intenté alcanzar todo lo que tan atrás me quedaba ya: esos amigos del colegio; los hobbies que me mantenían ocupada; las ilusiones de niña...  Traté de compaginarlo, con muy poco éxito, con la persona en la que me había convertido dentro y fuera de esa burbuja de frustración, ira, desesperación, baja autoestima y tristeza. 

Hice mil esquemas, dibujos y textos. Plasmé con líneas y puntos dónde estaba y a dónde quería llegar. Pero todo era hipotético porque, los hechos objetivos no me definían dentro de esa burbuja. Es decir, un título universitario y unos cuantos niveles de idiomas, un DNI o cuatro pasatiempos eran incapaces de representarme. 

Así que cuantos más esquemas hacía más me daba cuenta de que no sabía dónde estaba ni tenía ganas de llegar a ningún lugar.

Además, el hecho de lidiar con la rebeldía y la revolución estaba haciendo más mella en mí de lo que mi mente era capaz de soportar. Ni mi mente, ni la convivencia en mi casa con mis padres.

 Así, retomé más sincera que nunca la escritura y mi vida. 

En casa propuse abrirme una floristería. Mucha gente cercana a la familia se estaba muriendo y me pareció buen momento para sacar la idea a coalición. En los funerales siempre hay flores y además, mi padre, en un acto de desesperación por soportarse a sí mismo y a su hija desviada empezó a comprar un par de rosas periódicamente como remedio chamánico. 

A lo de la floristería me respondieron con una negativa porque ahí la competencia era muy dura y casi todas las floristerías quebraban. 

También propuse ser profesora de clases particulares, pero mi madre dijo que eso no era algo serio y que no estaba yo para aguantar a niños rebeldes y que los padres me culparan de sus suspensos. 

Quise irme al extranjero a un intercambio para mejorar mi inglés, pero es que eso no lo veían de provecho y “gastar por gastar es tontería, eso no te va a dar trabajo”.


Pedí ir al psicólogo y me dijeron que no lo necesitaba. Esa noche, igual que las últimas dos semanas, me dormí clavándome las uñas en la palma de la mano porque sentir ese dolor aliviaba mi mente. 


Encontré a una persona, entre mi auto odio, mi frustración, mis dramas familiares, mi depresión y crisis existencial en general... así que más que una persona yo la percibía como un ángel. 

Se convirtió en mi novia. Y ella se convirtió en un cúmulo de decepción, miedo, frustración, crítica y presión de mis padres hacia mí, porque resulta que la vida me guardaba una sorpresa más (aunque no sería la última) y es que, a pesar de tener amigos homosexuales, haber aceptado en casa a amigos míos homosexuales y de ser personas de enorme corazón, que su hija fuera bisexual era un tremendo error de la naturaleza. Así es como los monstruos de mi realidad empezaron a tener cara, a dormir literalmente en mi casa y se llamaban papá y mamá. 

Con mis percepciones trastocadas, mi vida revuelta, todas mis 'erróneas decisiones' según el parecer de las personas que más me importaban... sumadas a mi carácter introvertido con tendencia a la ansiedad social...
Aún tenía yo los ovarios de responder "Bien" cuando me preguntaban "¿Qué tal?". 

La moral ya no existía para mí, porque por muy bien que tratara de hacerlo todo, nada parecía estarlo y solo sentía que hacía daño al mundo. Así que empecé a soñar con matar a todo el que me hacía sentirme mal y eso por supuesto me incluía a mi misma. 

Aunque hay muchas partes de mi carácter, como mi inseguridad e indecisión, que no he mencionado a pesar de su importancia, esto puede considerarse un buen resumen de cómo empezó mi historia.



sábado, 16 de noviembre de 2019

Diccionario de mi padre: Parte 1

*Pasas más hambre que un gitano*--> Señaliza que la etnia gitana tiene escasos recursos y casi no tienen para comer. Es un dicho que también hace referencia a que "los gitanos tienen muchos hijos de manera irresponsable y luego no tienen ni para darles de comer".

*Ya se sabe que cuando hay más de una mujer, tiene que haber líos*--> haciendo referencia a que las mujeres tienen incapacidad a la hora de convivir entre ellas.

*Morrito tener hambre*--> Hacer la gracia para pedir comida refiriéndose a la gente de piel negra que pasa hambre en países subdesarrollados.

*Trabajo como un negro*--> Queja de que trabaja demasiado y de forma injusta, refiriéndose a la explotación que viven personas de piel negra en países subdesarrollados o a los 'trabajos basura' que tienen que aceptar por no haber podido tener estudios.

*No es natural, eso es una enfermedad y un error*--> Refiriéndose a cualquier orientación sexual no heteronormativa.

*A ese lo que le pasa es que ha comido muchos yogures*--> Señalando a un hombre gay y/o amanerado ya que se ha demostrado que hay algunos alimentos que contienen hormonas femeninas.

*Promíscuos y de mala vida*--> De nuevo refiriéndose al colectivo LGTBIQ+

*Esos salen en la tele porque lo único para lo que sirven es para dar espectáculo con sus pintas*--> Transexuales, amanerados y travestis.

*Están confundidos*--> Lo que les pasa a los bisexuales.

*Con Franco estábamos mejor, no había tanta tontería*-->  Indicando que con una dictadura la vida sería mejor.

*Esos vienen de las mafias a conquistarnos, quitarnos trabajo y a vivir bien con las ayudas y de nuestra sanidad*--> Refiriéndose a los menas e inmigrantes.

*Joder, es que no se puede opinar en esta casa, cuanta susceptibilidad*--> Si alguien se queja de alguno de estos comentarios.



viernes, 1 de noviembre de 2019

Me gustaría decir...

Me gustaría decirte que estoy bien, que no echo de menos mi pasado y que no me da miedo el futuro. 

Me encantaría decirte que cuando salgo a pasear miro al cielo y pienso que esa calle por la que voy, que mantiene el mar a mis espaldas y matiza el perfil de las montañas en frente de mi, es un buen sitio para que llegue el fin del mundo. 

Me gustaría decirte que estoy bien, que no me siento sola, que cuando te mando esas fotos de flores es porque tengo mucho arte y ganas de fotografiar, pero la verdad es que hoy en día no nos vemos los unos a los otros realmente como somos. Nos quedamos con la imagen que recibimos del otro, lo superficial, la apariencia. Y por eso pienso que tal vez, si te enseño la imagen de una flor me pienses a mí como algo igual de hermoso. 

Me gustaría decirte que no estoy cansada y que la gente a la que quiero no tiene miedo de vivir todos los días. 

Me gustaría decirle a mi madre que voy a estar siempre bien, y decirme a mi misma que, para cuando necesite un respiro, el cielo va a ser siempre tricolor y el tiempo se sentirá cálido y despejado para poder salir a disfrutarlo... 

Quiero creer que el horizonte va a fundir en uno el cielo con el mar para sentir más cerca a los que ya no están. 

Y como decía Joaquín Sabina, me encantaría prometerme que el Mediterráneo siempre va a estar tras cada esquina de la ciudad en la que voy a hacer mi vida y que nada va a despertar a la bestia que llevo dentro dormida.



Sin culpa ni justicia

Hay muchas formas de matar a alguien y por lo tanto, muchas formas de morir.

Una que es muy popular hoy en día es la de estar muerto en vida.

Hay personas que enferman de cáncer y mueren, se quedan sin constantes vitales, la enfermedad les tumba por dentro y por fuera. 

Hay otra gente que enferma de depresión y también mueren, pero siguen viviendo, pierden vida y vitalidad, pero solo por dentro.

Yo he estado en coma por dentro durante algún tiempo. He rozado esa no muerte unas cuantas veces, cosa que me permite identificar cuando otra persona está pasando por lo mismo... Y resulta que mi madre se está muriendo.

Más bien, la está matando mi padre. ¿Suena fuerte, eh? No estoy hablando de abuso sexual, violencia de género ni de machismo, creo. 

Hay personas que matan a otras por dentro, que les comen la alegría con su carácter, que les quitan libertades sin palabras ni amenazas y sin querer, y aunque no tengan culpa, tampoco es justo.

Que una persona viva su vida de una forma triste no significa que las personas que le quieren y que quieren compartir su vida con él o ella tengan que ser tristes también, pero es muy difícil controlar esto, porque la tristeza y la depresión se contagian. 

Es complicado que si te gritan por comerte las puntas de la barra de pan, porque te gusta esa parte más tostada, te las vuelvas a comer igual de feliz. 

Es difícil que si esta situación ocurre durante años y nada cambia, pienses en que lo bueno, lo bonito, sería que las mañanas de domingo despertaras con un platito de puntas de pan bien tostadas, porque es lo que te gusta y es lo que te hace feliz. 

Esa situación es algo que ni se te ocurre y te conformas, con que te griten en tu casa por seguir haciendo algo que antes te hacía muy feliz y que ahora bueno, pues a ratos.

Porque por comprar 4 barritas de pan, no te vas a morir. Pero por no cambiar esa situación, tampoco pasa nada, pero lo que si te va pasando es la vida y de una forma muy triste.

Qué exagerada, diréis, pero es que lo del pan es un ejemplo tonto por lealtad.

El pan es un capricho pero yo veo a mi madre, también, sin ganas de salir de casa a entretenerse.

Porque si alguien sale de casa de mal humor constantemente y con muchos nervios, lo que menos te apetece es salir de casa con esa persona... Y se te quitan las ganas de salir, sin que nadie te prohiba nada, sin que nadie te amenace, sin que te pongan una mano encima... prefieres quedarte en casa y relajarte para tener tiempo para ti y para no tener que soportar ese carácter, con perdón, de mierda.

En fin, mamá, que si algún día lees esto, que sepas que te estás muriendo, que me encantaría llevarte de viaje a los pocos sitios por los que aun sientes algo de emoción y que me encantaría devolverte la ilusión que al final entre todos te hemos quitado. Sin culpa, pero sin justicia también.

Gracias por no dejar que te maten después de tanto, gracias por haberme servido de buen ejemplo en tantas ocasiones y por estar ahí para recordarme que a mi, aunque casi, tampoco ha podido matarme nadie.



martes, 29 de octubre de 2019

Asustada

He vivido asustada mucho tiempo. Continuamente ida por no saber como afrontar las situaciones, alegrándome por las horas de tregua emocional que me daban y aun así en una tensión continua y constante.

Cansada, muy cansada, rebelándome por ir a tomarme sola el café de la mañana a una cafetería en la que no fuera a cruzarme con nadie. Desafiando a mis emociones queriendo construir algo bueno dentro de unos cánones sociales. Tragando y tragando pero no solo cafés, también palabras, rabias, enfados y aguantando que hacer cosas buenas sean vistas como algo malo.

Como los juicios de algunas personas desde el sofá de su casa hacia el que se pone un chaleco salvavidas para meterse en el mar y salvar a un grupo de niños inmigrantes que acaban de llegar en una patera. Que si está bien o que si está mal... Hay cosas que simplemente no deberían estar en el juicio u opinión pública. 

Lo políticamente correcto solo sirve cuando no vulnera los derechos humanos. Lo que es bueno y lo que está bien en el mundo debería considerarse patrimonio de supervivencia. Y lo que a veces se ve como cultura debería someterse a un juicio justo bajo esta cuestión de razón.

He vivido asustada días que deberían haber sido de alegría, he sentido muchísimo miedo cuando debería de haber habido puro reto y emoción. Primeras maravillosas veces convertidas en ataques de ansiedad y dolor de estómago.

No hay justicia para los que se escudan en lo de "tu libertad acaba donde empieza la mía". Tus límites libertarios se sostienen en una base de control, odio y temor. Tus límites impuestos a la libertad no son más que un intento de extender tus imposiciones camufladas en compasión.

Asustada vivo y vivimos muches. Asustada porque no va a cambiar nada, asustada porque el mundo es muy grande y hay libertades que no entienden de sonrisas.




martes, 22 de octubre de 2019

Siempre llegan

La gente se pelea en las fronteras, luchan por tener la vida que siempre anhelaron y pretenden dejar en una ciudad lo que ya no quieren, para ser un país donde nada falte.

Pero hay incoherencias que, por absurdas, son ciertas. 

Miedos que por sin sentido, siempre aciertan.

Y malos augurios que por gafes, siempre llegan...

Como por ejemplo, que noches de dolor se alarguen hasta la mañana.

Que las puestas de sol se acaben cuando salga la luna.

Que la sed llegue cuando se agote el agua.

Y que el frío apriete cuando ya no me quede el abrigo de tus brazos.

Que todo se apague cuando ya nada me consuele.




sábado, 19 de octubre de 2019

Estoy atrapada

Me he quedado encerrada en una barrera mental que se corona con los miedos del qué dirán.

Atrapada en unas imágenes que me condenan como a una superviviente en un mundo de norma.

Me he quedado entumecida con los recuerdos de un pasado y un posible futuro.

Pero ayer yo soñé con flores zarandeadas por el viento, descargando polen de sus semillas en el aire como si el mundo fuera a cámara lenta.

Mi cabeza repasó uno a uno todos los colores que concibe, imaginé formas y tonalidades bajo el sustantivo de flores. También te soñé sin ropa, luego me vi teniéndote y las flores seguían abriéndose en un segundo plano ahí, en mi mente. 

Me sentía poderosa y con necesidad de dejar que salga como un río de sangre en la garganta.

Y hoy veo la cárcel en mis articulaciones, me da frío en los huesos de los hombros y las rodillas, es como llevar grilletes en los tobillos y me atrapa en el mismo cepo el estómago, pulmones y corazón.

Lo que debería humedecerse no lo hace ya. Los colores de las flores se han difuminado y sus siluetas tienen menos variantes, menos arte, pero siguen ahí y hoy sigue siendo un día para elegir ser el propio polen de esas flores, un día nuevo para quererme, un día nuevo para ver que solo debo preocuparme de mi mente. 

Me he hecho la vida que quería, pero siempre queremos lo que no tenemos. Esa es la cárcel, ahí se pierden los colores, ahí se hunde el pecho, ahí se rompe el movimiento de mis huesos... Ahí se va a quedar el último beso.

Porque estoy atrapada, igual que tú, pero yo no soy tu salida, ni tu serás nunca la mía.



domingo, 15 de septiembre de 2019

La industria del futuro

La encontraron fría. Igual que a la asesina. La habían violado y matado a inanición durante meses. Le habían llevado al límite del dolor justo hasta cuando el cuerpo está a punto de desfallecer... Entonces le echaban cubos de agua helada para que no se desmayara y así mil veces, sin tregua, durante meses. Como si de un reality se tratara.

Los detectives miraban sin poder apartar sus ojos de la culpable, que sonreía calmada, sentada en el suelo, en bragas negras y las piernas estiradas. Desde su posición, miraba la carnicería de la que se inculpaba como autora y sonreía satisfecha.

En la sociedad muchos la llamaron futurista, cineasta de la realidad, el futuro del cine de terror...

Desde luego muchas películas iban a basarse en ella, pero la policía esperaba de corazón que este tipo de crímenes no empezara a reproducirse como la pólvora con tal de ganar fama.

La joven, con una perpetua sonrisa, había estado retransmitiendo en directo 24 horas las múltiples torturas a las que había sometido a la víctima. Antes de matarla, se pudieron apreciar barbaridades como obligarle a comer sus heces; arrancarle todo el pelo del cuerpo, uno a uno, hasta las pestañas y cejas; separarle trozos de piel de la carne con fuego... Y así hasta que no dio más de sí.

Antes de que muriera se aprecia lo que ahora el nuevo mundo conoce como el abrazo que Judas nunca se atrevió a dar.

Millones de espectadores vieron como se acercaba al saco de huesos prácticamente sin vida de la víctima, le colgaba un anillo negro y plateado en el cuello con una cadena de cuero y le decía al oído en un último abrazo... "Lo entiendo y te quiero". Al separarse de ella, le volvió a tirar un cubo de agua fría y comenzó a practicar el coito con quien se ha identificado como el novio de la fallecida.

-Es una atrocidad.
-Y todo por celos.

-Esto no es un crimen pasional.
-¿Y qué es? Hizo que lo último que viera en la vida fuera a su novio montándoselo con la asesina...

-Esto es arte.- La inspectora miró al compañero que acababa de aseverar esa extravagancia.

-¿Arte?

- Tenía a más de un millón de espectadores diarios y una difusión de masas mundial... Eso es arte.

-Eso es una sociedad enferma.

-¿Quién dice que no lo estamos? Pero una cosa no quita a la otra. Es como ver porno, lo ves porque te satisface, porque no lo puedes creer 100%, porque es algo que todavía nadie había conseguido dar en medios masivos ni hacer llegar más allá de la deep web... 

Años más tarde, agencias y productoras centradas en este tipo de cine comenzaron a rodar miniseries ficticias con malas lenguas tildándolas de realistas para el bien de la industria, recreando los sucesos de ese día de octubre.

-No puedo creer que tuvieras razón- Lamentaba la inspectora tiempo después.

-¿Has visto Solé, El ciempiés humano, A Serbian Movie...?
-No...
-Por eso ahora te sorprende. Esto era la industria de la muerte anunciada.

lunes, 9 de septiembre de 2019

Somos unos genios

Somos unos genios, unos cracks, unos máquinas, para lo que queremos.

Se nos da genial el autoconvencimiento.

Constantemente nos estamos contando cuentos. Nos estamos ordenando sentir, nos ordenamos hacer, decidimos decir unas cosas en lugar de otras... Incluso nos autoconvencemos de que NO nos estamos autoconvenciendo. Es una locura, ¿a que sí?

Pero hay ocasiones en las que el poder de tu decisión y autoconvencimiento no alcanza a cubrir tus necesidades. Enfrentarse a la muerte, a la pérdida, es una de esas situaciones que se van de nuestro control. Son momentos en los que te preguntas ¿Por qué pasa esto? y ahí no hay un cuento lo suficientemente grande que contarte y que sirva para aliviarte de la realidad.

Vivimos en un cuento, que tiene capítulos y a cada capítulo, como a toda historia, le llega un final. Y normalmente, no elegimos ese final, por eso no nos cuadra la historia. 

A esto se le llama el despertar de la conciencia, cuando reparas en tu verdadero ser, no en el protagonista e tu cuento. En esos momentos, o te decides a reinventarte o mueres. 

¿Qué cuento vas a contarte a la próxima, cuándo todo se desmorone, genio?



sábado, 7 de septiembre de 2019

De lo que tengo

Una vez alguien me dijo que cuando ya has aprendido todo lo que necesitas en este mundo, cuando mueres, vas a un lugar maravilloso y no tienes que reencarnarte en la tierra para aprender nada más.

Lo que pasa es que cuando conoces la verdad y has cumplido tu cometido, te enamoras tanto del mundo que necesitas quedarte o volver toda una vida para contemplar sus maravillas y dar todo el amor que sientes por el mismo. 

Eso me dijiste.

Yo no sé si estoy en ese momento o si es cosa de que te tengo en mi vida, pero me encanta jugar con la espuma de mar, la que se queda en el tobillo cuando caminas por la playa. 

Sonrío con las hojas secas y adoro su olor, sonido y color. 

Me flipa la puesta de sol casi tanto como el amanecer y me quedo con las luces de la tarde que se encienden antes del café.

Y ahora, más que nunca, estoy aprendiendo a vivir de lo que veo y de lo que tengo. Del agarre de manos de otros enamorados, del goce de los que entienden que lo que tenemos es este segundo. Me encanto con la fuerza con la que te intentas apagar cuando puedes usar toda esa fuerza para volver a despertar. 




viernes, 6 de septiembre de 2019

A destiempo

Nunca vamos tarde, solo a destiempo. Atrapados por un vaivén de fracasos que debemos tomar como enseñanzas, de malas épocas en las que se te dice que "nada es tan malo, depende de cómo te lo tomes".

Hay un trabajo detrás de cada persona y de cada sonrisa, hay una decisión de seguir vivo ese día, decisiones que no te planteas conscientemente, pero que ahí están.

Necesitamos milagros y versos.

Más ratos a solas.

Más música que nos revuelva.

Más días de "y por qué no", pero que nos salga a nosotros mismos, no que nos presionen para hacer algo.

Hagámonos valer de la razón en equilibrio con el corazón para seguir decidiendo que todo vale la pena porque no llegamos tarde, 

solo a destiempo.


sábado, 31 de agosto de 2019

Sin ovación

No hubieron ovaciones ni gritos de euforia. Tampoco un estallido de aplausos, apenas distinguía el sonido de unas pocas palmas en automático que aplaudían, lo hacían porque es lo que toca cuando uno de los corredores pasa la meta y yo la acababa de pasar.

Con el estómago como una bomba de relojería sin oxígeno y un exceso de munición.

Con los pulmones asustados.

Con el pelo enredado.

Sudando.

No era capaz de sentirme viva, ni siquiera con el latido del corazón retumbándome en los oídos.

Así es como decidí dejarlo todo, como las excusas se hicieron realidades, como la montaña se volvió cuesta abajo, sin frenos y nada ni nadie me iba a esperar abajo... Y eso deseaba, porque si alguien intentaba recogerme, le arrollaría hacia delante y así, entre unos pocos aplausos en automático,  avancé más allá de la línea de meta, me alejé dónde nadie pudiera verme y desaparecí para siempre, como uno de esos casos de misterios sin resolver que echan en la tele, allá sobre las 3.00 am.


lunes, 19 de agosto de 2019

verí

El verí del ventre de ma mare que va ferme dona en un mòn d'homes.

Trenca en sutiletza les llavors i arrels per les que el cor bateja día i nit sense voler.

En la foscor de la nit me sents cridar-le a la lluna "vine i acaba en aquest dolor, que la pluja m`ha trencat l'ànima i no puc fer res per a llevarme els mal somnis"

No vaig trobar llum a l'altre costat, ni una veu ni senyal, però les ferides van deixar un riu vermell a canvi de neu a les meues galtes i vaig saber que l'acabar estiguí prop.


Mi fuga

Me moría. Eso lo tenía clarísimo, aunque siempre sentía que me moría a la mínima que pillaba un resfriado cuando era niña, que me subía la fiebre o vomitaba. Ahí, con las arcadas del típico virus de tripa, es cuando peor lo pasaba. 

La diferencia de ese momento eran las ganas de vivir, en ese instante no tenía muchas, la verdad es que me daba igual lo que pasara conmigo, porque fuera lo que fuese lo que tenía era algo superior a mí y yo no podía decir o decidir nada al respecto.

Valky, estabas ahí. A mi lado, junto a mi cama de hospital. Con lo poco que nos gusta el olor a hospital y ahí estábamos, yo porque estaba a punto de entrar en coma y tú porque lo das todo por mí. Siempre.

-Si oigo algo, cuando me duerma, quiero que sea tu voz.
-¿Y qué te digo?
-Cuéntame como en un cuento, nuestros paseos por el monte, las barbacoas, las fotos y videos, los olores a naturaleza y los franceses turistas. 

Me miraste raro, como si fuera lo último que te fuera a decir y nada te fuera a ser suficiente.

Me preocupaba encontrarte en una cama de hospital a ti al despertar, porque te hubiera entrado un mal de verme tan crítica.

Me preocupaba si olía muy mal, con tanto medicamento, sudor y el estómago tan vacío, que bastante había ya con el tufo a hospital.

Me daba mucho miedo entrar en coma, perderme en la nada y no sintonizar con tu voz. Porque lo imaginaba así, como una de esas radios viejas a las que les tienes que dar muchas vueltas para pillar la emisora y sobre todo mucha paciencia para que capten la señal. 

Y con la primera tarde en Erlaitz como primer e irrevocable salvoconducto, recuerdo decirte: "tu voz es mi plan de fuga, así que describe con todo detalle el monte para que vuelva a sentir y despertar".

Asentiste sin más y antes de cerrar los ojos me asusté con la duda de si te obsesionarías tanto hablándome sin parar que te quedarías sin voz... porque ya sabes que te cuesta eso de hidratarte y cuidarte la garganta.

Pero esos detalles, tenía que dejarlos en tu buen juicio, porque yo ya estaba con las ruinas a mi espalda y el perfil del gigante delante de mi, sentada en esa hierba, sin frío ni calor, con tu imagen presente, iba a esperar a que me contaras todos esos recuerdos para ver si me daban ganas de volver y crear más.

Qué buen momento

Qué buen momento para ser una pieza más de la partida y salir del tablero. Qué buen momento para saltar, aunque sea demasiado hacia arriba. ...